Más de seis millones de personas se calcula que visitaron entre el viernes 9 y el lunes de 12 de diciembre la Basílica de Guadalupe, al norte de la Ciudad de México.
El acto central de esta fiesta religiosa, la principal de los mexicanos, ocurrió la madrugada de ayer cuando a la Virgen de Guadalupe le cantaron Las Mañanitas por el 480 aniversario de su aparición
La virgen es más que una figura religiosa, es símbolo de identidad de la mayoría del pueblo mexicano.
Las nutridas peregrinaciones llegaron a la basílica por los cuatro puntos cardinales del país. Lo hacían a pie, en bicicleta, en desvencijados camiones o autobuses. Hombres y mujeres de toda edad y condición, llegaban con imágenes o figuras de yeso de la Guadalupana.
En este marco, justo en la Basílica de Guadalupe, el nuncio apostólico, Cristopher Pierre, celebró la confirmación del próximo viaje del Papa Benedicto XVI a México.
“Él, siguiendo los pasos de Santa María de Guadalupe y del Beato Juan Pablo II, ha decidido venir, visitar y encontrar al amado pueblo mexicano”, dijo el sacerdote.
El saldo de la festividad fue blanco.
