El presidente de México, Felipe Calderón, pidió hacer una lectura cuidadosa de las opiniones de los ex presidentes Fernando Henrique Cardoso, de Brasil; César Gaviria, de Colombia, y Ernesto Zedillo, de México, quienes consideraron que la guerra antidrogas en América Latina ha fracasado
El Ejecutivo se deslindó y rechazó que sea una crítica para su gobierno; recordó que en territorio mexicano desde hace tiempo no está penalizado el consumo de droga y, por tanto, no hay sanción para lo que se llama dosis de consumo personal que, dijo, es lo que propone este grupo de ex mandatarios
Insistió en que cualquier tema relacionado con el narcotráfico y la drogadicción, incluido el debate sobre la legalización de las drogas, debe ser analizado desde una perspectiva internacional, donde Estados Unidos tiene que participar y asumir su responsabilidad.
Calderón apuntó que a ningún país le conviene una decisión unilateral con respecto a la legalización de las drogas porque los precios relevantes de estas y los efectos económicos y sociales positivos que supuestamente traería, no son aplicables si no se dan en un contexto de una política general, sobre todo, en Estados Unidos, el mayor consumidor de drogas.
Calderón reconoció que en México hace falta consolidar una política de Estado de combate a las drogas. “Uno de los objetivos de los Diálogos por la Seguridad es buscar que la política pública en materia de seguridad, de reconstrucción y fortalecimiento de instituciones de seguridad pública en todo el país, pase de ser una política pública a una verdadera política de Estado; es decir, que puede ser asumida, independientemente de los partidos políticos o las administraciones”, advirtió el mandatario.
Por su parte, el secretario de gobernación José Francisco Blake Mora dejó en claro que México no está en el camino para legalizar las drogas, sino para alejarlas de los jóvenes.