El gobierno federal anunció que asumirá las labores de seguridad pública en el municipio de Iguala, estado de Guerrero, al sur de México, lugar donde la policía local supuestamente atacó e hizo desaparecer a estudiantes.
Monte Alejandro Rubido, comisionado nacional de Seguridad, informó que los policías municipales fueron desarmados por el Ejército y serán reemplazados por elementos de la recién creada Gendarmería.
Rubido agregó que los policías municipales fueron enviados a un centro de capacitación y que se están efectuando peritajes en sus armas para averiguar si han sido usadas en actos delictivos.
Anteriormente, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, dijo estar "consternado” or la violencia ocurrida el 26 de septiembre en la ciudad de Iguala.
Los crímenes fueron calificados como “indignantes, dolorosos e inaceptables” por el mandatario, tras conocerse el hallazgo de 28 cuerpos en fosas clandestinas en Iguala.
Los cuerpos podrían corresponder a algunos de los 43 alumnos que desaparecieron a fines de septiembre tras ataques contra estudiantes de parte de la policía y el crimen organizado.
En un mensaje a los medios de comunicación, Peña Nieto informó que ordenó a su gabinete de seguridad el "debido esclarecimiento" de la ola de violencia que dejó al menos seis muertos y la desaparición de 43 estudiantes de magisterio en Iguala, estado de Guerrero.
“Lamento, de manera particular, la violencia que se ha dado y sobre todo que sean jóvenes estudiantes los que hayan resultado afectados y violentados en sus derechos en el municipio de Iguala”, dijo Peña Nieto, añadiendo sentirse "profundamente indignado" y "consternado por la información divulgada el fin de semana".
Recuperan cuerpos
Anteriormente, se informó que 28 cuerpos calcinados recuperados en seis fosas halladas en Iguala, Guerrero, 200 kilómetros al sur de la capital, pudieran corresponder a parte de los 43 estudiantes desaparecidos desde hace más de una semana en México.
Los cuerpos, algunos completos y otros fragmentados, fueron incendiados antes de ser enterrados.
Iñaky Blanco, procurador de Justicia de Guerrero detalló que una de las 30 personas que habían sido detenidas por la represión de la manifestación estudiantil dijo a los investigadores que 17 de los estudiantes fueron llevados al lugar donde se encontraron las fosas y que allí los asesinaron.
Entre los detenidos hay 22 policías locales.
Blanco agregó que los agentes admitieron haberse llevado a 17 normalistas, a quienes asesinaron en un cerro de Pueblo Viejo cercano a una fosa clandestina.
Adelantó que la identidad de los cadáveres será revelada en un periodo de entre 15 días a dos meses, tiempo que tardarán en realizarse las pruebas de ADN.
De acuerdo a las investigaciones, fue el director de seguridad pública municipal, Francisco Salgado Valladares, quien ordenó detener a los normalistas y la instrucción de llevárselos y matarlos la recibieron de un sujeto apodado "El Chucky", líder de la banda criminal “Guerreros Unidos”.
Mientras los investigadores trabajaron en el lugar, unos 2.000 manifestantes bloquearon la mañana del domingo una carretera principal que comunica a Ciudad de México con la capital del estado de Guerrero, Chilpancingo, para pedir justicia.