México reportó el lunes 1,094 casos de coronavirus y 28 fallecidos, obligando a las autoridades a declarar la emergencia sanitaria y profundizar las medidas para evitar la rápida propagación del brote surgido en China a fines del año pasado y que ha cobrado la vida de 35,006 personas alrededor del mundo.
El fin de semana, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador instó a los mexicanos a quedarse en casa, buscando evitar que la curva de contagios se incremente de forma dramática, como sucedió en Italia o Estados Unidos.
En los últimos días, los casos de coronavirus en México se han incrementado a un ritmo de más de 100 por día, a pesar de que millones se han aislado de motu proprio y que la populosa Ciudad de México cerró comercios, museos e iglesias.
"Se ordena la suspensión inmediata desde el 30 de marzo y hasta el 30 de abril de actividades no esenciales en los sectores público, privado y social; es decir, todo. Con la finalidad de mitigar la dispersión y transmisión del virus", dijo el lunes el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell.
En los sectores que no pueden detener sus actividades, se redujo el número de personas que podrán estar concentradas a 50.
Además, las autoridades mexicanas exhortaron a la población de "cumplir el resguardo domiciliario corresponsable" y aseguraron que, después del 30 de abril, emitirán lineamientos para el regreso escalonado a las actividades regulares.