México celebra el centenario del nacimiento de Cantinflas, el legendario cómico conocido como el Chaplin de Latinoamérica, que llevó su vida a la pantalla grande y dio voz a los “peladitos”, como se conocen a los mexicanos de las clases populares de comienzos del siglo XX que lograban sobrevivir gracias a su astucia.
Nacido el 12 de agosto de 1911, Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes creció en un barrio pobre de Ciudad de México, Tepito, conocido como el “barrio bravo” en una numerosa familia de 12 hermanos. Intentó ganarse la vida como boxeador, torero, luego pasó por las carpas de los circos y de ahí saltó al teatro y al cine con su debut en la película “No te engañes corazón” de 1936.
Con más de 50 películas en su carrera, el “peladito” más conocido de México denunció a través de la gran pantalla las desigualdades sociales en su país y criticó con altura y humor a la clase política mexicana.
En su incursión en Hollywood, Cantinflas fue nominado y ganador de un Globo de Oro a mejor actor de musical o comedia por la película “La vuelta al mundo en 80 días”.
Con motivo del centenario de su nacimiento, el sobrino del actor editó un libro conmemorativo de 400 páginas llamado “Cantinflas”, con documentos, fotografías y anécdotas de uno de los más importantes representantes de la Época de Oro del cine mexicano, según informó la prensa mexicana.
También hay muestras, exposiciones fotográficas, el lanzamiento de una estampilla postal especial con la imagen de Cantinflas y ciclos de cine. Incluso está previsto que en el metro de Ciudad de México, que transporta diariamente a 6 millones de personas, reproduzcan en 11 líneas fragmentos sonoros de algunas de sus películas.
Para que los mexicanos rían con nostalgia de este personaje atrevido, que lograba sobrevivir gracias a su irreverencia y actitud de buscavidas, y que muchas veces enloquecía a sus interlocutores hablando sin decir nada para ganarles por cansancio.
Tan efectiva era su técnica que le valió el reconocimiento de la Real Academia Española como un verbo en 1993: “Cantinflear”. En palabras del diccionario, “hablar de forma disparatada e incongruente y sin decir nada”. Un cantinfleo, no obstante, que decía muchas verdades.
