Tres candidatos independientes —Margarita Zavala, Jaime Rodríguez y Armando Ríos— parecen destinados a entrar en la boleta de las elecciones del 1 de julio en México como los primeros candidatos presidenciales independientes en generaciones.
Zavala, una abogada que fue elegida legisladora en dos ocasiones, es la esposa del expresidente Felipe Calderón (2006-2012); Rodríguez, un franco jinete conocido popularmente como "El Bronco", el primer independiente en ganar unas elecciones a gobernador en la historia moderna del país; y Ríos Piter, es un político poco conocido apodado "El Jaguar".
La candidatura de estos tres "outsiders" es posible gracias a una reforma considerada una victoria para la democracia mexicana.
Los aspirantes han superado el exigente obstáculo de conseguir casi un millón de firmas para calificar — a falta de la aprobación oficial de las autoridades electorales — y seguro aportarán color a una contienda en la que desafiarán a los candidatos de los partidos oficialistas, que son ampliamente percibidos como máquinas de corrupción política.
Aunque las primeras encuestas sugieren que tienen pocas opciones de ganar, los independientes podrían recabar apoyos suficientes como para hacer naufragar a una o más de las tres candidaturas principales, o propiciar que el ganador salga elegido con el 30% o menos de los votos, lo que plantearía dudas inevitables sobre su mandato para gobernar.
"Por primera vez en la historia de México tenemos unos candidatos independientes disputando por la presidencia de la república (...) Yo pienso que van a modificar el panorama electoral del país al arrancar propiamente la campaña el 1 de abril", dijo el analista y consultor político Rubén Aguilar.
Aguilar advirtió sin embargo que todavía hay mucha incertidumbre sobre "qué es lo que va a pasar, a quién van a beneficiar, a quién van a dañar, qué posibilidades objetivas tienen".
La sabiduría popular sostiene que Zavala amenaza con restar apoyos a Ricardo Anaya, del conservador Partido de Acción Nacional, o PAN.
Zavala era una de las principales aspirantes a la nominación del PAN cuando abandonó el partido y lanzó su candidatura independiente, alegando que Anaya, que era el presidente de la formación, había maniobrado para lograr su proclamación apartando a sus rivales. Anaya encabeza ahora la coalición con Revolución Democrática, PRD, un partido de izquierdas dañado por las fricciones pero que cuenta con financiación estatal.
Más allá de esto, el panorama está poco claro.
Algunos predicen que los independientes podrían dividir el voto de la oposición en beneficio del gobernante Partido Revolucionario Institucional, PRI, cuyo índice de aprobación cayó bajo la presidencia de Enrique Peña Nieto y que ha elegido a un candidato ajeno a sus filas, José Antonio Meade, por primera vez en sus casi 90 años de historia.
Tras décadas en el poder, el PRI mantiene una formidable maquinaria política a nivel nacional y tiene una base de partidarios que suponen alrededor de un tercio del total del electorado. Esto podría ser suficiente para ganar ante la afluencia de candidatos.
Roy Campos, presidente de la consultora Consulta Mitofsky, predijo que "El Bronco" y "El Jaguar" beneficiarán a Meade al atraer a votantes que "están enojados, pero no se atreven a darle brinco total a Lopez Obrador", una figura polarizadora en la política mexicana que inspira tanto devoción entre sus seguidores como profundas suspicacias entre sus rivales.
Pero algunos ven en los independientes una ventaja para López Obrador, que fue segundo en las dos últimas elecciones como candidato del PRD antes de dejar el partido para fundar el suyo propio, conocido como Morena.
Sin embargo, otros prevén un efecto divisivo: Rodríguez podría atraer a algunos votantes de Meade mientras que Ríos Piter, antiguo miembro del PRD, convencería a izquierdistas a los que no les gusta López Obrador y que no pueden soportar que la formación esté aliada con el conservador Anaya.
Una encuesta realizada esta semana por Consulta Mitofsky situó a López Obrador en primera posición con el 27% de los votos, seguido de Anaya, 22%, y Meade, con el 18%. De forma colectiva, los independientes obtendrían un 8% de los votos. Para la encuesta se entrevistó a 1.000 votantes registrados en el todo país y tuvo un margen de error de 3,1 puntos porcentuales.
Casi el 25% de los encuestados no habían decidido aún su voto y en los cuatro meses y medio que faltan hasta los comicios podrían cambiar muchas cosas.