Siete presuntos pistoleros murieron el domingo en un nuevo enfrentamiento con las fuerzas de seguridad de México muy cerca de la frontera con Estados Unidos, con lo que se elevó a 21 el número de víctimas el fin de semana, avivando el debate sobre si los cárteles mexicanos de la droga deberían ser considerados terroristas.
Autoridades del norteño estado Coahuila dijeron el sábado que 10 hombres armados y cuatro policías murieron en un tiroteo en la localidad Villa Unión, días después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que planeaba designar a las bandas del crimen como organizaciones terroristas.
Los sospechosos atacaron la presidencia municipal de la pequeña ciudad desatando una persecución de las fuerzas armadas, que dejó otros siete pistoleros muertos durante las primeras horas del domingo, informó el gobierno de Coahuila en un comunicado.
El incidente se suma a una serie de recientes fallas de seguridad que han generado dudas sobre la estrategia del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien asumió el cargo en diciembre del año pasado prometiendo controlar la violencia del crimen organizado.
López Obrador dijo el viernes que no aceptaría ninguna intervención extranjera en México para hacer frente a los cárteles de la droga, en respuesta a los comentarios de Trump.
Las críticas se han centrado en una masacre en noviembre de nueve mujeres y niños de una comunidad mormona méxico-estadounidense, y la liberación de uno de los hijos del capo de la droga Joaquín "El Chapo" Guzmán, después de que su captura desencadenara violentos enfrentamientos en la ciudad Culiacán.
El fiscal general de Estados Unidos, William Barr, visitará México la próxima semana para revisar con funcionarios del país la colaboración binacional sobre seguridad.