Entre la ira y el dolor, familiares de nueve ciudadanos mexicano-estadounidenses masacrados esta semana en una supuesta emboscada de pandillas en el norte de México instaron al gobierno a aceptar la ayuda de Estados Unidos para destruir los cárteles de la droga.
"Realmente creo que los carteles en México se han movido a otro nivel de barbarie, son tan malos o peores que ISIS. ISIS tiene una ideología", dijo Rosa LeBaron, de 65 años, cuyos primos, sobrinas y sobrinos murieron en los ataques.
"Estos sicarios, ¿por qué lo están haciendo? Por codicia y pura maldad", dijo a Reuters.
LeBaron ha dicho que México debe pasar del orgullo y aceptar la ayuda externa de un país vecino o una coalición internacional, como las Naciones Unidas, para acabar con los carteles.
"Esto está más allá de la comprensión, estamos viviendo como si estuviéramos en Afganistán, a 100 millas de la frontera de Estados Unidos", dijo LeBaron.
Tras el ofrecimiento del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para ayudar a México en la lucha contra estas bandas, el mandatario Andrés Manuel López Obrador dijo que aceptaría la ayuda siempre que no comprometa la independencia y la seguridad nacional.
Dijo incluso que creía que México podría resolver sus problemas de seguridad sin una "intervención" extranjera.
Familia LeBaron despide a sus muertos
Los funerales de las tres madres y seis niños asesinados comenzaron a celebrarse en México el jueves, después de que el gobierno dijo que fueron atrapados en el fuego cruzado de una disputa territorial entre el Cartel de Juárez y su rival el Cartel de Sinaloa el lunes.
Miembros de la familia han negado esta hipótesis.
Duro golpe a comunidad mexicano-estadounidense
Las víctimas pertenecían a tres familias de doble ciudadanía estadounidense-mexicana nacidas en comunidades mormonas separadas, y fundadas en el norte de México hace varias décadas.
Los dolientes viajaron miles de millas para despedir a sus familiares asesinados.
La ira se mezcla con la tristeza en el testimonio de las familias en pleno duelo.
Escalada de la violencia en México
Más de 250.000 mexicanos han sido asesinados en la creciente violencia que ha afectado al país desde 2007, muchos de ellos víctimas de trágicos hechos relacionados con las drogas.
"Tienen que eliminar a estos hombres malos de México al igual que la coalición que entra en Siria y en estos lugares", dijo a a medios Julian LeBaron, también familia de las víctimas y activista local.
Expresó que agradecería la ayuda externa para encontrar a los asesinos, y agregó que no creía que el gobierno de México fuera capaz de detener la violencia y la impunidad.
"Si Estados Unidos o Canadá ofrecen ayudarnos, o si los extraterrestres ofrecen ayudarnos, por supuesto que lo aceptaremos", dijo. "Las instituciones son corruptas, están podridas hasta la médula".
En EE.UU. Trump vuelve a hablar del muro
La matanza de las mujeres y los niños en sus automóviles en un camino de tierra aislado en el estado fronterizo de Sonora provocó repulsión e indignación en Estados Unidos justo cuando Trump se prepara para su campaña de reelección en 2020.
El propio Trump dijo el miércoles que tras la tragedia, más gente comienza a entender su posición de que es preciso tener una frontera más fuerte, y volvió a defender el muro fronterizo, un tema clave en su gobierno.
El senador republicano, Josh Hawley, de Missouri, reaccionó en Twitter diciendo que Estados Unidos debería imponer sanciones a los funcionarios mexicanos "que no se enfrentarán a los carteles".
Los asesinatos siguen a una serie de tiroteos masivos que han presionado a López Obrador para que cumpla con su promesa de campaña electoral de 2018 de poner fin a años de violencia.
Sin embargo, se ha resistido a tomar una línea más dura con las pandillas, en lugar de seguir una estrategia de no confrontación que él llama "abrazos, no balazos" y argumenta que puede terminar con la violencia abordando las causas profundas del crimen, como la pobreza y el desempleo.
Por ahora, la remecida comunidad no tiene más que recordar los tiempos en que fueron felices viviendo en granjas prósperas y entre numerosas familias.
Aurora LeBaron, de 26 años, quien vive en Estados Unidos, así rememora su infancia en Colonia LeBaron: "Recuerdo que tenía tanta libertad yendo por la calle, todos eran mi familia", dijo, describiendo los huertos de los alrededores. "Me sentía realmente libre y segura", afirmó.