Lionel Messi es sin duda uno de los mejores jugadores de todos los tiempos aunque tiene un reto que no ha podido superar: la selección de Argentina.
Si una diferencia hay entre la “pulga” y el astro argentino Diego Maradona, es que este último se sentía en su selección tan cómodo, sino más, que como lo hacía en los clubes para los que jugaba.
El rendimiento de Messi por otra parte no ha podido ser el mismo que ilumina el camino del Barcelona de España, que lo lleva a ganar títulos y que hoy por hoy lo convierten en el mejor equipo del mundo.
Con la Copa América Messi tiene una nueva oportunidad, y aunque es muy pronto para hablar de pronósticos, en su debut jugando para su público, el argentino volvió a verse frutrado.
En el primer tiempo Messi tuvo grandes destellos de querer ser el mismo de Europa. Imparable, fino con el balón y buscando siempre llevar peligro al frente. Bolivia no encontraba la forma de pararlo, pero la pulga se paró a sí mismo.
La anotación del boliviano Edivaldo Rojas en el minuto 47 para poner en ventaja a Bolivia no sólo silenció al público local, sino que el gran referente del cuadro anfitrión, Messi.
En el segundo tiempo mejor jugador del mundo de la FIFA, ya no era el mismo que inició el partido. El delantero ser miraba deslucido, apenas y hacía contacto con el balón. Ya no generó peligro y tuvo que ser el Kun agüero, quien entrara como cambio, el que salvara a la “albiceleste” de hacer el ridículo en el estadio de La Plata.
Pese a que Argentina manejó la pelota durante casi todo el encuentro, careció de profundidad y de ideas claras a la hora de atacar, además de verse frustrada por un inteligente y sólido planteo del combinado boliviano, los únicos que sonreían al final del partido. El resto, el público, los anfitriones y por supuesto Messi, terminaron con cara de frustración.