El presidente republicano de una importante comisión del Congreso ha pedido al FBI entregar a más tardar dentro de una semana las notas que el exdirector del FBI, James Comey, habría tomado luego de una reunión en la que el presidente Donald Trump le pidió cerrar la investigación de su exasesor de seguridad nacional, Michael Flynn.
En una carta dirigida al director del FBI en funciones, Andrew McCabe, el presidente de Comisión de Supervisión y de Gobierno, Jason Chaffetz, demandó que “todos los memorandos, sumarios y grabaciones referentes o relacionadas a cualquier comunicación entre Comey y el presidente” se entreguen a la comisión antes del 24 de mayo.
El New York Times publicó el martes que una persona cercana a Comey reveló que el exdirector hizo un respaldo escrito detallando la conversación con Trump un día después de que Flynn renunció bajo presión a fines de febrero. El reportaje del Times dijo que el memorando fue parte de los documentos creados por Comey para documentar su percepción de que los pedidos del presidente eran inapropiados.
El Times hizo notar que las notas escritas por un agente del FBI son generalmente aceptadas en una corte como evidencia creíble de conversaciones.
Varios analistas legales han argumentado que el requerimiento del presidente Trump puede ser considerado una obstrucción a la justicia —una ofensa que puede ser suficiente para que el presidente sea enjuiciado políticamente.
El representante por California, Adam Schiff, demócrata de mayor rango en la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, dijo en una conferencia de prensa el martes, que “de ser cierto, esto es un nuevo y preocupante alegato de que el presidente puede haberse involucrado en interferir u obstruir la investigación”.
"Estamos siendo testigos de un caso de obstrucción a la justicia en tiempo real”, manifestó por su parte el senador por Connecticut, Richard Blumenthal, miembro de la Comisión Judicial y exfiscal federal, en un comunicado en el que pidió el nombramiento de un fiscal especial para investigar los hechos.
Algunos republicanos pidieron también acciones, instando a Comey a comparecer ante el Congreso y demandando que se les presente cualquier documento o grabación de sus conversaciones con el presidente.
El colaborador de Comey que describió el documento señaló que el exdirector está dispuesto a testificar, pero que quiere hacerlo en público para asegurar una completa revelación de los hechos.
Comey fue despedido por sorpresa el 9 de mayo y se enteró de la decisión mientras daba una charla en Los Ángeles. Aunque en un primer momento la Casa Blanca citó una recomendación del Departamento de Justicia y la gestión pública de la investigación de los correos electrónicos de Clinton cono motivos, esos motivos cambiaron pronto.
Trump admitió más tarde en una entrevista en televisión sobre el despido de Comey, que estaba molesto por “esta cosa de Rusia” y dijo que habría cesado a Comey sin importar la recomendación del Departamento de Justicia. Además, el pasado viernes tuiteó una amenaza velada advirtiendo al exdirector en contra de filtrar información.
Poco después de su cese, un colega de Comey dijo a la AP que este contó como Trump le pidió su lealtad en una cena en enero. La Casa Blanca negó ese reporte.
El colaborador confirmó además el relato del Times de que Trump aireó filtraciones a medios durante su conversación con Comey y que el presidente expresó su apoyo al encarcelamiento de reporteros.
La Casa Blanca reaccionó tras explotar la noticia. Un comunicado emitido el martes por la noche no se refiere directamente a lo reportado por el Times, sino a negar que Trump le haya pedido a Comey o a nadie más el cese de la investigación de Flynn.
"Aunque el presidente ha expresado insistentemente su opinión de que el general Flynn es un hombre decente que sirvió y protegió nuestro país, el presidente nunca pidió al señor Comey o ninguna otra persona que termine la investigación, incluida cualquier investigación sobre el general Flynn", dice un comunicado de prensa oficial.
En un comunicado separado emitido al mismo tiempo, el gobierno señaló que el director del FBI en funciones declaró a una comisión del Senado la semana pasada que la Casa Blanca no había interferido en la investigación.
Comey, que fue nombrado director del FBI en 2013 por el expresidente Barack Obama, habló a menudo sobre su deseo de ser lo más transparente posible en lo relativo a las acciones del FBI y demostrar a la ciudadanía que su agencia era independiente, competente y rigurosa.
"No estamos del lado de nadie, nunca", dijo en un discurso en marzo. "No consideramos quien saldrá afectado con esta o aquella acción, qué fortunas se verán ayudadas por esto o aquello. No nos importa y no queremos que nos importe”.