Meghan Markle ha roto su silencio sobre la salud de su padre, Thomas, y anunció que “tristemente” no estará en su boda con el príncipe británico Harry, y que tiene la esperanza de que él pueda tener “el espacio para centrarse en su salud”.
En su primera declaración emitida por el Palacio de Kensington, Markle agradeció a la gente por sus mensajes de apoyo desde que se hizo público que su padre tenía problemas cardíacos.
“Tristemente, mi padre no asistirá a nuestra boda. Siempre me he preocupado por mi padre y tengo la esperanza de que se le dé el espacio que necesita para centrarse en su salud”, dijo.
“Me gustaría agradecer a todos los que han ofrecido generosos mensajes de apoyo. Por favor sepan cuánto Harry y yo esperamos compartir nuestro día especial con ustedes el sábado”, agregó Merkle.
La declaración surge tras días de confusión después de que el Palacio de Kensington originalmente anunciara que el Sr. Markle llevaría a su hija por el pasillo en sus nupcias en la capilla St. George's, en el Castillo de Windsor.
Meghan, de 36 años, y Harry, de 33, se casarán en la capilla St. George, en el Castillo de Windsor. Su madre, Doria Ragland, de 61 años, viajó a Londres el miércoles, según informa la revista People.