Siete países de América Latina registraron el 61% de los asesinatos cometidos en contra de activistas medioambientales en el año 2016, según cifras publicadas en el informe Defender la Tierra de la organización Global Witness.
La región fue considerada la “más impactada por el sistema de asesinatos” contra defensores de comunidades y el medio ambiente, tras documentar 122 matanzas el año pasado. La organización sin fines de lucro registró 200 asesinatos en 24 países del mundo, la cifra más alta en los últimos cinco años.
A principios de 2017, el relator especial para las Naciones Unidas en derechos humanos y medio ambiente, John Knox, enfatizó por primera vez la importancia de la diversidad biológica y la salud de los ecosistemas en función de garantizar el derecho a la buena alimantación, al agua y a una vida digna.
Billy Kyte, encargado de la campaña Medio ambiente y defensores de la tierra para Global Witness, consideró que las cifras son espantosas y muestran las pocas iniciativas existen para proteger a estas personas.
“Es imprescindible que los estados, las empresas y los inversionistas que los causan, protejan y garanticen la seguridad de esas personas, que rindan cuentas, que cumplan con sus obligaciones legales ya que las comunidades tienen derecho a decir no a esos proyectos”, dijo Kyte a Voz de América.
Kyte indicó que la corrupción, la impunidad y la gran cantidad de comunidades indígenas en la región son las razones por las que América Latina proyecta una alta tasa de violencia contra personas y comunidades que se enfrentan a empresas mineras, la construcción de hidroeléctricas y la tala de madera.
Según el informe, los cinco países que registraron mayor cantidad de asesinatos en 2016 fueron: Brasil (49), Colombia (37), Filipinas (28), India (16) y Honduras (14).
Global Witness es una organización sin fines de lucro, que realiza estudios sobre el estado de gobernanza, el interés financiero y los conflictos ligados a la destrucción del ambiente y los recursos naturales desde 2004.