McDonald’s parece tener algo que aprender de Chipotle, la cadena de restaurantes de comida “mexicana”: la calidad de los alimentos importa.
Mientras el tráfico y las ventas del restaurante de comida rápida por excelencia han disminuido mundialmente en un 3%, las de Chipotle han subido 19,8%.
La diferencia, a decir del CEO de Chipotle, Steve Ells, es que la gente se ha comenzado a dar cuenta que “hay mejores alternativas” a la comida rápida.
McDonald’s tiene 35.000 restaurantes en todo el mundo y ventas por $6.990 millones de dólares . Chipotle tenía 1.600 locales en 2013 y ventas por $327 millones de dólares.
No obstante, la relación entre ambas cadenas de alimentos fue muy cercana anteriormente. En 1998, McDonald's se convirtió en el mayor accionista de Chipotle. La relación duró hasta el 2006, como parte del esfuerzo del restaurante de los burritos por mejorar su imagen. Para entonces McDonald's, había obtenido ganancias de $1.5 billones de dólares por su participación en Chipotle.
Mientras actualmente Chipotle, que vende unos enormes burritos, tacos y ensaladas, se jacta de la calidad de sus ingredientes, McDonald’s ha tenido problemas para asegurar a la gente que su comida es segura. En China, por ejemplo, se ha visto en problemas luego que un programa de TV mostró que uno de sus proveedores le entregaba carne vencida.
En Estados Unidos, la empresa de hamburguesas está trabajando para mejorar su imagen. Además de simplificar su menú, la compañía quiere rediseñar su estrategia de mercadeo para promover la calidad de sus alimentos.
En California, también está probando el concepto de “haga su propia hamburguesa”, donde los clientes escogen el pan, la carne y los aderezos que quieren tocando una pantalla.
El otro tema es, la accesibilidad de los precios. Los clientes de McDonald’s tienden a tener menos presupuesto que los que buscan otras cadenas.
Pero la batalla de McDonald’s por mantenerse vigente será a largo plazo y cuesta arriba, en un intento por mantener a sus clientes en medio de la cada vez más intensa competencia y gustos cambiantes hacia los alimentos que la gente considera como más completos.