México ocupa el quinto lugar a nivel internacional en materia de violencia contra periodistas y se ubica entre uno de los países más peligrosos para ejercer esta profesión.
El relator sobre la Promoción y Protección del Derecho a la Libertad de Expresión de la Organización de la Naciones Unidas (ONU), Frank La Rue, junto con la relatora de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Catalina Botero, se encuentra en suelo mexicano para hacer una evaluación sobre la libertad de expresión.
La Rue explicó que ante las amenazas, muchos periodistas dejaron de publicar o de investigar los temas y diversos noticieros evitan identificar a los periodistas para no arriesgar su vida.
Al mismo tiempo, el relator especial pidió a legisladores mexicanos federalizar el delito de agresión contra comunicadores y consideró que los gobiernos federales y estatales deben fijar protocolos de trato y protección para los periodistas.
Reunido con senadores, La Rue dijo también que es importante trabajar en mecanismos de prevención y capacitación de los funcionarios públicos y fortalecer la aplicación de la justicia, con el fin de abatir la impunidad, que alcanza el 97 por ciento
“Muchos periodistas se quejan de que la policía de cualquier naturaleza sea federal, estatal o municipal, no digamos el ejército y miembros del ejército, no se les enseña cuál es el rol de la prensa y cómo deben atender a la prensa, incluso dentro de los operativos que están realizando o en zonas de enfrentamiento”, sostuvo La Rue.
A su vez, el relator especial de la ONU propuso la creación de una comisión nacional para la protección de periodistas y advirtió de los riesgos de mantener al ejército mexicano en la lucha contra el crimen organizado.
“Mi opinión personal es que el uso de fuerzas militares para combatir al crimen organizado es legítimo sólo en un momento muy breve y de suma emergencia, pero es muy peligroso por un tiempo muy prolongado porque uno pone en riesgo a sus fuerzas militares”, añadió el relator especial de la ONU.
En México, recientemente cientos de periodistas salieron a las calles para exigir condiciones mínimas de seguridad.
