Los socorristas continuaron este domingo rescatando sobrevivientes de las ruinas que dejó el terremoto del lunes pasado en Siria y Turquía, mientras el número de muertos llegó a 28.000 y las autoridades calculaban que podría seguir aumentando.
Martin Griffiths, el jefe de los esfuerzos de ayuda de Naciones Unidas, dijo que esperaba que la cifra de muertos se duplique.
Un hombre, su hija, un bebé y una niña de 10 años fueron algunos de los sobrevivientes rescatados este domingo en la provincia Turca de Hatay. Seis días después de la tragedia, los rescates de personas que habían pasado tanto tiempo entre los escombros era sorprendente.
Un video divulgado por la municipalidad de Estambul mostraba a los socorristas en Hatay cuando extraían a una niña de 10 años de un edificio dañado y la colocaban en una camilla. La niña, llamada Cudi, estuvo sepultada 147 horas, dijo el reporte.
También en Hatay, las cuadrillas rescataron a una niña pequeña de una edificación colapsada. En el centro de Hatay, un hombre y su hija de cinco años Emira, también fueron rescatados vivos de un edificio destruido.
Además del frío y el aislamiento, los sobrevivientes ahora también se enfrentaban a los saqueos, que interfirieron algunas de las labores de rescate en Turquía.
Residentes y desplazados en la ciudad turca de Kahramanmaras, cerca del epicentro del sismo, dijeron que habían levantado carpas lo más cerca posible de sus hogares destruidos para prevenir saqueos.
Dos organizaciones de rescate suspendieron su trabajo el sábado en Turquía citando reportes de choques entre grupos de personas y destacaron preocupaciones de seguridad en las áreas afectadas por el terremoto.
Gizem, un trabajador de rescate en la provincia de Sanliurfa, dijo haber visto a saqueadores en la ciudad de Antakya. "No podemos intervenir mucho, casi todos los saqueadores tienen cuchillos”.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien ha recibido críticas por la lenta respuesta de las autoridades a los damnificados y se enfrenta a una próxima elección, prometió a comenzar la reconstrucción en pocas semanas.
Erdogan advirtió también que se castigará fuertemente a los saqueadores.
En Siria, el desastre golpeó con más dureza las áreas en poder de los rebeldes en el noroeste del país, dejando a muchos sin casa por segunda vez después de haber sido desplazados por la guerra civil de 10 años.
La ayuda desde las regiones en poder del gobierno sirio a territorio controlado por grupos de oposición de línea dura ha sido retenida pendiente de la aprobación del grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS) que controla gran parte de la región, dijo un portavoz de la ONU.
Una fuente de HTS en Idlib dijo a Reuters que el grupo no permitiría envíos desde las áreas en poder del gobierno y que toda asistencia llegaría desde Turquía.
"Turquía ha abierto todas las carreteras y no permitiremos que el régimen (de Damasco) se aproveche de la situación para mostrar que están ayudando”, declaró la fuente.
Las cifras hasta ahora reflejan que 29.605 personas murieron en Turquía y más de 3.500 en Siria, donde los números no han sido actualizados desde el viernes.
Turquía informa que unas 80.000 personas estaban en hospitales y más de 1 millón en albergues temporales.
[Con información de Reuters, AP, y el Servicio Turco de la VOA]
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