La mamografía es para millones de mujeres, un ritual importante y crucial.
Pero, para muchas, es además una experiencia incómoda.
Ahora, ingenieros europeos han desarrollado una nueva técnica que puede ayudar a que este procedimiento no sea tan molesto y doloroso.
La toma de una mamografía involucra la compresión del seno para poder tomar una imagen precisa.
Los ingenieros buscaban determinar exactamente cuánta presión es realmente necesaria para obtener una imagen completa y exacta.
Así, pudieron obtener la misma calidad de imagen con solo una tercera cantidad de presión que la forma original.
Una de cuatro mujeres que se sometieron al procedimiento modificado comentó haber sufrido menos dolor severo.
Y lo mejor de todo, la radiografía era tan exacta como la mamografía tradicional.
Además, el cambio se puede integrar fácilmente a las maquinas existentes.
Este logro puede ser un gran avance que le da a la mujer una razón menos para evitar esta prueba crítica.