En Texas, el maíz se marchitó este año tras una temporada de calor y sequía sin precedentes. En la región, los cultivos luchaban por sobrevivir con tan solo una décima parte de la precipitación normal.
“De hecho, este puede ser el año más seco de que se tenga registro”, indicó Thomas Marek, un experto en irrigación de la Universidad A&M de Texas.
Los cambios climáticos pueden alterar el suministro de alimentos a nivel mundial advierten expertos. Por lo que los científicos están desarrollando nuevas variedades que se adapten al clima cambiante.
Mientras que este fue año terrible para los agricultores, para Marek y sus colegas, fue casi perfecto. En una estación de investigación a una hora de Amarillo, ellos trabajan para preparar a los agricultores para los años secos que vendrán.
El clima caliente y la sequía hacen que las plantas de maíz se tornen color café. Esto es señal del fin de la fotosíntesis, que es como las plantas de maíz convierten la luz solar en granos de almidón.
Pero los científicos han identificado algunas variedades de maíz tropical que se mantienen verdes en estas condiciones.
“Si se quedan verdes por más tiempo, pueden realizar el proceso de fotosíntesis durante más tiempo”, explica Qingwu Xue, quien dirige el equipo de mejoramiento de maíz.
Las plantas que se mantienen verdes producen más granos en un año de sequía. Los investigadores combinaron una clase de maíz que permanece verde por más tiempo con uno de gran producción y utilizaron combinaciones naturales en vez de ingeniería genética, la cual es mucho más regulada.
Pero encontrar la variedad de maíz perfecto no es una tarea fácil.
Este año, que la madre naturaleza no fue muy gentil con el maíz tradicional, las variedades que permanecen verdes produjeron granos más grandes que los que no tenían esta característica.
A pesar de que es un paso prometedor, todavía hay mucho que explorar antes de tener las semillas disponibles para los agricultores. Cuando estas semillas estén listas beneficiarán a otros más allá de las fronteras de Estados Unidos.
Según indica el equipo de Xue, el mundo lo necesitará por que el clima sigue cambiando y será más difícil alimentar a la creciente población.