“Por el VIH que he adquirido, me retiro hoy de los Lakers”, dijo Earvin “Magic” Johnson el 7 de noviembre de 1991.
Hace 20 años, este anuncio estremeció tanto a los reporteros presentes en la rueda de prensa como a los miles de seguidores del baloncesto estadounidense.
En aquel entonces, la enfermedad tenía el estigma de ser un problema de homosexuales o personas adictas a narcóticos.
“Magic” Johnson, sin embargo, reconoció que había contraído el virus por tener relaciones heterosexuales sin protección.
Para muchos, el impacto de la noticia del jugador de baloncesto profesional motivó varios cambios y campañas que han beneficiado a los portadores del virus. En aquel entonces, cinco años antes de la invención de la terapia conocida como “el cóctel triple”, muy pocas personas famosas reconocían estar contagiadas.
Johnson se convirtió en la “cara” del VIH y demostró que gracias a los nuevos tratamientos las personas pueden vivir con el virus.
El deportista se ha dedicado a desmitificar mitos sobre el VIH y SIDA. Por ejemplo, dice Johnson en una propaganda de servicios públicos: “Usted no se puede contagiar por un abrazo, un estrechón de manos o por comer con un amigo”.
Otro de los mensajes que Johnson está interesado en difundir, según una entrevista que dio a Renata Simone, de Frontline, es que “él no está curado”.
“Magic” Johnson continua trabajando por el desarrollo de tratamientos y por la concientización de la importancia de tener sexo seguro y realizarse la prueba constantemente.