Miles de venezolanos salieron a las calles a protestar, luego que el presidente Nicolás Maduro anunció nuevas medidas para ahorrar energía eléctrica.
La administración socialista empezó imponiendo cuatro horas diarias sin luz en todo el país y el miércoles anunció un recorte de días laborales de los empleados públicos.
Esto representa que ahora los trabajadores públicos sólo trabajarán dos días, los lunes y martes, lo que originó algunos estallidos de violencia en las principales ciudades.
Además de la jornada reducida en el sector público, los niños no tendrán clases los viernes, y los centros comerciales y hoteles deben generar su propia electricidad.
Para aprovechar más la luz del día, a partir del próximo domingo se adelantarán los relojes 30 minutos, volviendo al huso horario de cuatro horas menos respecto del meridiano de Greenwich.
Con respecto a los brotes de violencia, Maduro ordenó a las fuerzas de seguridad evitar desórdenes. "El que intente violencia frente a una circunstancia como esta (...), hay que caerle con todo el peso de la ley porque estaría cometiendo graves crímenes contra la seguridad y la patria", advirtió el presidente venezolano.