"Basura racista, colonialista y corrupta". Esos insultos dirigidos por Nicolás Maduro a Mariano Rajoy han abierto una crisis diplomática entre Venezuela y España.
El país europeo decidió retirar temporalmente a su embajador en Caracas como protesta por los ataques del mandatario latinoamericano.
"Reclamamos respeto a las instituciones españolas", proclamó la vicepresidenta del Ejecutivo en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría.
Poco antes, el Ministerio de Exteriores había convocado al embajador venezolano en Madrid, Mario Isea, para trasladarle "su más enérgico rechazo por los intolerables insultos" a Rajoy y anunciarle la llamada a consultas de su homólogo español en Caracas, Antonio Pérez Hernández.
Se trata de una retirada temporal que supone el mecanismo máximo de protesta diplomática y eleva la tensión entre los dos países.
La actitud de Maduro es "impropia del respeto que debe regir las relaciones entre gobiernos" y se ha convertido "en una práctica habitual en el jefe del Estado venezolano", dijo la vicepresidenta Sáenz de Santamaría.