El presidente venezolano, Nicolás Maduro, defendió este domingo su legitimidad, luego de que el Parlamento -controlado por la oposición- declarara que será un “usurpador” cuando el próximo jueves asuma un nuevo mandato, a la vez que la cancillería acusó a Estados Unidos de “acciones hostiles”.
“La Revolución Bolivariana llegó al poder por la vía democrática hace 20 años y se ha ratificado con 23 victorias electorales”, escribió Maduro en su cuenta de Twitter.
Tras ser nombrado el sábado presidente del Legislativo, el diputado opositor Juan Guaidó declaró a Maduro como “usurpador” y se comprometió a generar condiciones para un “gobierno de transición” que llame a elecciones.
"Maduro a partir del 10 de enero estará usurpando la presidencia de la República", dijo Guaidó en su primer discurso.
"En consecuencia esta Asamblea Nacional, como único poder legítimo electo por los venezolanos, asume la representación del pueblo, dónde deba y tenga que hacerlo (...) Estamos en dictadura y debemos actuar ante esa dura realidad", agregó.
En un comunicado divulgado este domingo, la cancillería acusó a voceros de la administración de Donald Trump de desatar “acciones hostiles” contra el mandatario tras el respaldo de Washington al Parlamento.
“Venezuela denuncia una vez más ante la comunidad internacional el intento del gobierno de Estados Unidos por consumar un golpe de Estado (…) al promover el desconocimiento de las instituciones legítimas y democráticas”, señaló el documento.
El portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Robert Palladino, expresó el sábado su “apoyo a la Asamblea Nacional”, al definirla como “la única institución legítima” en Venezuela.
“No conforme con pretender otorgar validez selectiva a las instituciones del Poder Público venezolano, (Washington) también recurre al tutelaje de gobiernos subordinados de la región y les dicta órdenes para profundizar su asedio y bloqueo”, criticó la cancillería.
El viernes, con respaldo de Estados Unidos, el Grupo de Lima le pidió a Maduro abstenerse de tomar posesión para el período 2019-2025 y transferir el poder al Parlamento hasta que se realicen “elecciones democráticas”. El gobierno izquierdista de México fue el único miembro del bloque que se apartó de esa declaración.
Maduro fue reelegido el pasado 20 de mayo en votaciones boicoteadas por los principales partidos de oposición, que las tildaron de fraude, y desconocidas por Estados Unidos y la Unión Europea.