El presidente en disputa de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció el lunes que la bancada oficialista se reincorporará a la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, en cumplimiento de un acuerdo suscrito la semana pasada con un grupo de partidos opositores minoritarios.
El acercamiento fue polémico porque evidenció las rupturas existentes en la oposición y dejó al margen al líder opositor y autoproclamado presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó.
“Los diputados y diputadas de los partidos de la alianza revolucionaria, bolivariana, se reincorporan a la Asamblea Nacional en desacato”, dijo Maduro en un acto de gobierno transmitido en cadena de radio y televisión.
Los legisladores van a “reincorporarse para promover el dialogo en esa Asamblea Nacional”, destacó Maduro, quien afirmó que aspira “ver si hay el entendimiento en algunos sectores” opositores para levantar la medida de “desacato” impuesta por el tribunal Supremo de Justicia, mediante el cual el máximo tribunal despojó al Congreso de sus atribuciones constitucionales.
La bancada oficialista, compuesta por unos 54 diputados, se retiró desde 2016 del Congreso argumentando que el Legislativo estaba en “desacato” por el incumplimiento de varias sentencias emitidas por el Tribunal Supremo de Justicia, controlado por el gobierno de Maduro.
El acuerdo, que desató nuevas tensiones en el país sudamericano, se produjo en momentos que el nivel de vida de los venezolanos cae en barrena y las negociaciones promovidas por Noruega, que se estaban desarrollando desde julio en la isla caribeña de Barbados, acabaron por llegar a un callejón sin salida después de que Maduro anunciara a comienzos de agosto el retiro de su delegación en rechazo a las sanciones que impuso Washington para congelar los activos del gobierno de Venezuela en Estados Unidos y prohibiera a los estadounidenses hacer negocios con Caracas.
Por su parte, Guaidó, quien también funge como presidente de la Asamblea Nacional, se declaró en enero presidente interino, argumentando que la reelección de Maduro en 2018 fue fraudulenta.
Para presionar la salida del poder de Maduro, Estados Unidos también ha impuesto sanciones a la corporación estatal Petróleos de Venezuela S.A (PDVSA), principal fuente de divisas del país, otras al propio Maduro, a sus más cercanos colaboradores y a una serie de empresarios acusados de ser parte de una amplia trama de corrupción.
Maduro, por su parte, mantiene el apoyo de aliados internacionales, entre los que destacan Cuba, China, Irán y Rusia, país al que también anunció que haría una visita en las próximas horas.
“Ahora en la noche voy saliendo para la Federación de Rusia”, indicó. “Voy a una visita oficial a Rusia a encontrarme con nuestro amigo, el compañero presidente Vladimir Putin”.
El mandatario venezolano tiene en agenda revisar la relación bilateral y “buscar nuevos caminos que dinamicen la cooperación en todos los planos”.