El presidente en disputa de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo esta semana que asignará una mina de oro a cada gobernación del país para que puedan financiar sus presupuestos.
“Voy a proceder a entregar una mina de oro (…) en plena capacidad productiva, a cada gobernación, para la producción de recursos en divisas convertibles, para nuestro pueblo”, dijo el martes Maduro en una transmisión de televisión desde el palacio presidencial de Miraflores, en Caracas.
Maduro prometió que los gobernadores dispondrán “de inmediato” de los recursos provenientes de los yacimientos para invertir en las “tantas necesidades” de sus estados y así sortear el “bloqueo” económico dispuesto por Estados Unidos.
Agregó que quienes administren mejor los recursos recibirán como premio nuevas minas.
Sin embargo, a las cuatro gobernaciones en las que fueron elegidos opositores: Nueva Esparta, Mérida, Táchira y Anzoátegui, no le serán asignadas estas minas, porque a su juicio esos despachos de gobierno locales están abandonados.
Maduro no ofreció detalles sobre cómo se desarrollará la explotación del mineral ni su comercialización.
Venezuela está dividida en 23 estados, de los cuales 19 son gobernados por el oficialismo, además del distrito capital.
El país está sumido en la peor crisis política y económica de su historia reciente, con una inflación estimada en 200.000% para el cierre de 2019, según el más reciente reporte del Fondo Monetario Internacional, FMI, un desplome de su vital producción de crudo y un serio conflicto de poder con la oposición, entre otros problemas.
