Uno de cada seis estadounidenses lucharon para comprar alimentos en 2009, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, las cifras son las más altas desde que el USDA comenzó a realizar la encuesta en 1998.
Más del 14% de la población estadounidense no pudo proveer de alimentos a su familia durante el 2009.
Casi nueve millones de niños tuvieron que comer alimentos menos saludables y porciones más pequeñas debido a que las comidas completas eran demasiado caras.
Pero aun cuando el desempleo aumentó del 5% al 10% en 2009, las cifras sobre la inseguridad alimentaria se mantuvieron.
El subsecretario del USDA, Kevin Concannon, dice que el programa federal de protección social denominado Supplemental Nutrition Assistance Program, o (SNAP), ayuda a más de 42 millones de personas.
A medida que la recesión se profundizó, el gobierno federal invirtió alrededor de $60 mil millones de dólares en cupones para alimentos.
"Sabemos lo importante que es una nutrición adecuada para la salud de los niños pequeños y el desarrollo y estamos ayudando a las familias con más cupones para alimentos en los supermercados de todo el país”, indicó la directora del grupo de Defensa de la Coalición en las Necesidades Humanas, Deborah Weinstein.