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Los desafíos para Santos


El presidente de Colombia, Álvaro Uribe condecoró con el Gran Collar de la Orden de Boyacá al presidente entrante, Juan Manuel Santos.
El presidente de Colombia, Álvaro Uribe condecoró con el Gran Collar de la Orden de Boyacá al presidente entrante, Juan Manuel Santos.

La asunción de Juan Manuel Santos como presidente de Colombia, marca a la vez que una renovación, una continuidad democrática.

La renovación de lo que muchos analistas consideran la Colombia moderna post-Uribe, después de que el presidente Álvaro Uribe Vélez dirigiera los destinos del país por dos períodos y la justicia le negara la posibilidad de un tercero.

La continuidad, desde el momento en que Juan Manuel Santos accede a la presidencia como candidato del oficialista Partido de la U y la política de seguridad democrática.

El embajador Peter DeShazo, director del Programa de las Américas del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por su sigla en inglés) analizó con voanoticias.com, estos y otros aspectos del inicio del mandato de Santos.

Renovación y continuidad

El embajador DeShazo consideró que la elección de Juan Manuel Santos es positiva para el proceso democrático colombiano. “La continuidad de Uribe hubiera sido un factor no positivo para Colombia ni para el mismo presidente Uribe”.

El director del Programa para las Américas del CSIS recordó que “la alternancia en el poder es parte de la democracia” y en tal sentido “creo que los colombianos trataban de asegurarse una cierta continuidad en el campo de la seguridad, pero también cambio en el gobierno y en algunas políticas”.

Relación con Estados Unidos

Respecto a la actitud que el gobierno de Estados Unidos tendrá con el nuevo gobierno colombiano, el embajador DeShazo recordó que a Santos “el simple hecho de no ser Uribe le da, en ciertos círculos políticos, una ventaja”, por más que “en Washington se reconocen los importantes logros del presidente Uribe”.

Pero también para Santos será importante diferenciarse del presidente Uribe, más allá de “seguir con algunas políticas tal como demostró el voto de los colombianos”, en aspectos como “la conducción económica”, recordó DeShazo.

Santos por su parte ha puesto énfasis “en la necesidad de mejorar la gobernabilidad democrática, con más transparencia, eficacia y mejorando también la administración de justicia y la aplicación de la ley”, dijo DeShazo.

Reducción de las ayudas

Como parte del relacionamiento con Estados Unidos, el presidente Santos designó al ministro de Defensa de Uribe, Gabriel Silva, como embajador en Washington, y eso “de nombrar alguien bien conocido en Estados Unidos es una muy buena idea y le da ventajas”.

El nuevo presidente además tendrá que manejarse con la nueva realidad que es la reducción de los millonarios apoyos de Estados Unidos. DeShazo entiende que Santos “como ex ministro de Defensa sabía que los recursos de Estados Unidos se irían reduciendo”, dado que tras el anuncio del Plan Colombia en el año 2000, “la idea no era seguir los mismos niveles de contribución por un tiempo indefinido”.

Por otra parte, el director para las Américas del CSIS entiende que Colombia seguirá siendo un aliado clave para Estados Unidos. “Las relaciones entre Estados Unidos y Colombia seguirán siendo muy estrechas y positivas” valoró.

Relación con Venezuela

Consultado respecto a las reales oportunidad que tiene Santos de abrir una diálogo con el gobierno de Venezuela del presidente Hugo Chávez, DeShazo consideró que “será difícil, pero sin dudas Santos ha mostrado la voluntad de hacerlo” y recordó que ambos países “comparten muchos intereses y mantener una buena relación supone beneficios mutuos”.

El primer punto de esa agenda bilateral será sin dudas el conflicto diplomático que sostienen Colombia y Venezuela.

En cuanto a las relaciones con el resto de los poderes sudamericanos, “es de esperar que el presidente Santos tenga una política económica moderada y de una visión para fortalecer la economía colombiana”, dijo DeShazo.

Respecto a la posibilidad de que Colombia pueda abrir durante la presidencia de Santos, un período posterior a la guerra contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, las FARC, DeShazo consideró que “es un desafío llegar al punto de que sea post-FARC”. Pero también aclaró que en su opinión “terminar el conflicto contra las FARC va a ser un proceso político y no militar”.

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