El sexto debate demócrata que se llevó a cabo en Universidad Loyola Marymount en Los Ángeles, a solo un día después que el Congreso votó por el juicio político al presidente Trump, hizo del tema de juicio político un eje central para los aspirantes.
El tema avivó un debate que presentó a la mayoría de los candidatos apuntando a la conducta de Trump y quienes prometieron presentar el caso a un público estadounidense dividido de que la acusación de Trump era necesaria.
Casi todos coincidieron en que querían escuchar el testimonio de los principales asesores de la Casa Blanca en el juicio del presidente republicano que se realizará el próximo mes en el Senado liderado por los republicanos que determinará si Trump es destituido de su cargo.
Los contendientes reconocieron que el público estadounidense está dividido por el juicio político, con los republicanos en gran medida oponiéndose a él y los demócratas a favor. Pero afirmaron que es una cuestión fundamental de lo correcto y lo incorrecto.
Sobre el proceso la senadora Amy Klobuchar dijo que si el presidente Trump ha dicho que no será destituido, entonces ¿por qué no se presenta a declarar? Mientras que Bernie Sanders tachó a Trump de ser el presidente más corrupto de la historia de Estados Unidos.
Por su parte Tom Steyer habló de su papel en este proceso y por qué es necesario que testifiquen, "Soy la persona que impulsó el proceso de impeachment dos años atrás. Esta es cuestión para saber qué es lo que está bien y qué es lo que está mal. Si queremos saber qué pasó necesitamos tener a nuestros oficiales en televisión testificando para que podamos tener nuestra opinión".
Todos los participantes cerraron filas entorno al juicio político al presidente en los primeros minutos y luego pasaron hacia puntos relacionados al comercio y la economía del país.
Inmigración a debate
El tema de inmigración tuvo su espacio durante el debate y su relación con Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), así como la importancia de los inmigrantes en la economía de EE.UU.
El alcalde Pete Buttigieg, ante la pregunta de si apoyaría económicamente a los niños inmigrantes sin familia, respondió que sí y enfatizó que, “tenemos una obligación moral para hacer lo correcto”, luego aseguró que ha visto “a familias hispanas metidas en iglesias por temor a una sirena (de policía)” y que estás y otras prácticas de la administración actual son “crueles y despreciables”.
Joe Biden por su parte aseguró que la idea de abandonar a los jóvenes hispanos e inmigrantes es “inmoral”.
El resto de participantes emitieron opiniones similares y enfocadas en la necesidad de buscar legalizar a los millones de inmigrantes que hacen de la economía de Estados Unidos una de las más dinámicas.
Solo 7 candidatos calificaron para participar en este debate demócrata: el ex vicepresidente Joe Biden, el alcalde Pete Buttigieg, los senadores Amy Klobuchar, Bernie Sanders, la senadora Elizabeth Warren, el empresario Andrew Yang y el activista multimillonario Tom Steyer.
Los ausentes por no calificar, según los requisitos de recaudación de fondos y encuestas populares fueron: el exsecretario de vivienda Joaquín Castro y el senador Corey Booker.
Kamala Harris puso fin a su campaña presidencial a principios de este mes. La senadora reconoció que las presiones financieras la llevaron a esa decisión.
Al respecto Hernán Molina, analista político, afirmó que: “El hecho de que no han recibido algunos de ellos el apoyo necesario como para reunir las calificaciones que requiere el partido, dice un poco de la organización que ellos tienen y del apoyo que tienen en la base. Yo creo que dentro de todo vamos a tener un candidato que puede llegar a hacerle frente a Donald Trump en las elecciones de 2020”.
Biden fortalecido
El exvicepresidente Joe Biden fue el candidato que llegó con más fuerza al pódium, ya que cuenta con el apoyo de John Kerry, que fue jefe de la diplomacia en el segundo mandato de Barack Obama.
A principios de diciembre, Biden se exasperó con un votante que cuestionó el rol de su hijo en la compañía de energía ucraniana Burisma, que está en el centro del escándalo y que desató el proceso de juicio político contra Trump. El compañero de fórmula de Obama en sus dos mandatos le respondió aireado descalificándolo como un "maldito mentiroso" y además lo llamó "gordo".
Para hacer frente a las críticas, Biden divulgó al inicio de esta semana, un informe médico sobre su salud.
El principal capital de Biden es su experiencia y su promesa de que si es electo el país va a volver a la normalidad, dejando atrás la polarización de la era Trump. Con estas credenciales, Biden se ha labrado el preciado apoyo de los obreros y de las comunidades afroamericanas.
Además, ha prometido labrar un camino que permita a todos los inmigrantes indocumentados lograr un estatus legal como la ciudadanía, entregando una serie de propuestas para sus primeros 100 días de gobierno, para, según dijo, revertir la “dañina” política migratoria de Trump.
El debate se realizó bajo la sombra de Mike Bloomberg, quien pese a su avance en las encuestas no logró clasificarse ya que no tiene el mínimo de 200 mil donantes individuales. El millonario, que financia su propia campaña, sabe que llegó tarde a la contienda por lo que se concentrará en los estados que votarán a partir de marzo, entre ellos Texas y California.
Rumbo a la nominación
Después de este debate, solo faltarán 46 días para que el próximo 3 de febrero en Iowa inicien las votaciones para las primarias, un largo proceso que vera su culminación a mediados de año con la Convención del Partido Demócrata.
(Colaboración Verónica Villafañe, Lenny Castro, Antoni Belchi y Luis F. Rojas).