El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, insinuó el jueves que las conversaciones con el gobierno estadounidense sobre migración y narcotráfico podrían verse afectadas por los reportes de prensa acerca de una investigación estadounidense de presuntas donaciones de dinero del narcotráfico para su campaña de 2006.
López Obrador dijo que los funcionarios estadounidenses deberían disculparse por lo que calificó como acusaciones infundadas, y dijo que sería difícil sentarse a hablar sobre algunos de los asuntos más apremiantes de la relación bilateral antes de que eso suceda.
“Yo no acepto eso, yo lo que quiero es que el gobierno de Estados Unidos se manifieste”, dijo López Obrador en su conferencia de prensa matutina. “Y si no tienen pruebas, tienen que disculparse”.
“El presidente (Joe) Biden debería de enterarse de esto. ¿Cómo vamos a estar sentados en la mesa hablando del combate a la droga, si ellos, o una institución de ellos, está filtrando información y dañando no a mí, sino lo que represento?”, cuestionó López Obrador. “¿Cómo vamos a hablar de migración, cómo vamos a estar hablando del combate a la droga o el fentanilo?”.
Desde hace tiempo, el gobierno de Biden ha dependido de la disposición de México a aceptar el retorno de migrantes de terceros países como una manera de regresar rápidamente a los migrantes y solicitantes de asilo que llegan la frontera sur de Estados Unidos.
Sería un problema político para Biden si México se rehúsa a continuar haciéndolo o si relaja aún más sus débiles esfuerzos para controlar el flujo de opioides hechos en México e introducidos ilegalmente en Estados Unidos.
López Obrador —quien, de forma significativa, llamó “mi amigo” al expresidente estadounidense Donald Trump más adelante en la conferencia de prensa— no especificó quién deseaba que se disculpara, pero insinuó que el Departamento de Estado de Estados Unidos debería hacer una declaración.
“¿Qué, no tienen información en el Departamento de Estado, en el Departamento de Justicia?”, dijo, y calificó los reportes como “injerencismo” (intervencionismo) en los asuntos internos de México.
López Obrador ha negado las acusaciones de que narcotraficantes pudieron haber donado alrededor de 2 millones de dólares a su primer intento fallido por obtener la presidencia —perdió de nuevo en 2012 y finalmente triunfó en 2018—, y calificó a los reportes de prensa como un ataque de Estados Unidos contra su gobierno y contra Morena, su partido, antes de las elecciones presidenciales del 2 de junio en México.
Claudia Sheinbaum, candidata presidencial del partido Morena, mantiene una amplia ventaja en las encuestas de opinión para la elección del 2 de junio. Sin embargo, los continuos índices de violencia en México, y la promesa de Sheinbaum de continuar con la política de López Obrador de no confrontar a los cárteles, son uno de los flancos más vulnerables del partido en el gobierno.
Según reportes de ProPublica, Insight Crime y el medio alemán Deutsche Welle, en 2010, la DEA investigó acusaciones hechas por un narcotraficante y exasesor de campaña cooperante, según las cuales los líderes del cártel de los Beltrán Leyva entregaron el dinero a personas de confianza de López Obrador en 2006.
Sin embargo, una conversación intervenida entre informantes de la DEA y uno de los principales asesores de López Obrador realmente no confirmó las donaciones, y posteriormente, las autoridades estadounidenses ordenaron cerrar el caso por ser políticamente delicado.
Mike Vigil, exdirector de operaciones internacionales de la DEA, teme que la reciente disputa pueda dañar la cooperación entre Estados Unidos y México en el combate al narcotráfico, de forma muy semejante a como ocurrió tras el arresto del exsecretario de Defensa de México, el general Salvador Cienfuegos, en 2020.
Desde hace tiempo, López Obrador se ha quejado de las acciones de los agentes de la DEA, y tras el arresto de Cienfuegos impuso restricciones a los agentes estadounidenses en México.
“Es terrible, va a significar que haya más drogas en camino a Estados Unidos y más violencia en México”, dijo Vigil. “Es peor que cuando Cienfuegos fue arrestado”.
“Es un ataque directo contra él. En segundo lugar, él lo considera como un ataque contra la campaña presidencial o las próximas elecciones presidenciales”, afirmó Vigil. “Ahora, si pensamos que las relaciones (de Estados Unidos) con México eran malas, pasarán de peor a ser casi inexistentes”.
Desde hace tiempo, López Obrador se ha mostrado indignado por lo que, en su opinión, son interferencias de Estados Unidos. Afirmó que el arresto de Cienfuegos en ese país fue parte de un plan de la DEA para debilitar a las Fuerzas Armadas de México y permitir que los agentes estadounidenses campearan a sus anchas en México.
Cienfuegos fue arrestado en un aeropuerto de Los Ángeles en 2020, acusado de participar en una red internacional de narcotráfico y lavado de dinero.
México exigió la liberación de Cienfuegos y, de acuerdo con reportes de prensa, amenazó con expulsar a los agentes estadounidenses a menos que fuera devuelto. Estados Unidos retiró los cargos y lo envió de regreso. México absolvió de inmediato a Cienfuegos, y más tarde, retuvo las visas para los agentes de Estados Unidos y restringió el trabajo que podían hacer en México.
¡Conéctate con la Voz de América! Suscríbete a nuestros canales de YouTube, WhatsApp y al newsletter. Activa las notificaciones y síguenos en Facebook, X e Instagram.
Foro