El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, canceló su viaje a Londres, programado para el mes que viene, porque no le gusta la nueva embajada que ordenó construir el expresidente Barack Obama.
Trump acabó con la especulación sobre su visita con un tuit poco antes de la medianoche del jueves.
“La razón por la que cancelé mi viaje a Londres es que no soy un gran admirador de que la Administración de Obama haya vendido tal vez la embajada mejor ubicada y más bonita en Londres a un ‘precio de saldo’, solo para construir una nueva en un lugar apartado por 1.200 millones de dólares”, dijo Trump en un tweet a última hora del jueves.
“Mal negocio. Querían que cortara la cinta, ¡NO!” Dijo Trump.
No obstante, la página web de la embajada dice que el gobierno estadounidense compró el sitio para la nueva legación en 2008, antes que Obama fuera investido en enero de 2009. El edificio antiguo fue vendido en 2009.
La decisión de adquirir un nuevo emplazamiento para la embajada de Londres en la orilla sur del Támesis se anunció en 2008 bajo el mandato de George W. Bush, junto con los planes para poner en venta el sitio de Grosvenor Square en Mayfair.
En un artículo en el diario London Evening Standard este viernes, el embajador de EE.UU. en la capital británica, Woody Johnson, elogió la nueva embajada y dijo que aunque el antiguo edificio de la misión en Mayfair estaba en "una ubicación perfecta", era visto como demasiado vulnerable luego de los ataques del 11 de septiembre de 2001.
"Old Glory [la bandera estadounidense] fue izada hoy - Orgullo de nuestros Marines y de la comunidad de embajadas avanzando los intereses estadounidenses", tuiteó Johnson, quien es dueño del equipo de fútbol americano de los Jets de Nueva York y fue nombrado al cargo por Donald Trump, de quien es amigo y fue uno de sus mayores recaudadores de fondos para la campaña presidencial.
El nuevo edificio de 12 pisos de la Embajada de EE.UU. en Londres, tiene forma de cubo, y fue diseñado por los arquitectos estadounidenses Kieran y Timberlake. Será inaugurado el 16 de enero de este año.
Gran Bretaña culpa a protestas por cancelación de viaje
En Londres, el canciller Boris Johnson sugirió que la decisión de cancelar el viaje del líder estadounidense fue provocada por el antagonismo contra Trump en su país, y advirtió en Twitter que las críticas podrían poner en riesgo la crucial relación bilateral.
Entre los críticos británicos, el anuncio de la cancelación del viaje del mandatario estadounidense fue recibido como una buena noticia.
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, tuiteó: "Muchos londinenses han dejado claro que Donald Trump no es bienvenido aquí mientras continúe impulsando una agenda tan divisiva. Parece que finalmente recibió el mensaje".
Khan, miembro del opositor partido Laborista, dijo que hubiera habido "masivas protestas pacíficas" y que cree que "fue un error" que lo invitaran a visitar Gran Bretaña.
En su mensaje en Twitter, el canciller acusó a Khan y al líder laborista Jeremy Corbin, de dañar con sus críticas las relaciones con Washington. "Estados Unidos es el mayor inversionista en el Reino Unido, sin embargo Khan y Corbyn parecen decididos a poner en riesgo la crucial relación bilateral", escribió.
Johnson prometió que el gobierno británico "no permitirá" que las relaciones entre los dos países sean puestas en peligro por un "fanfarrón pomposo e inflado de la alcaldía".
Un vocero de la oficina de la Primera Ministra Theresa May dijo que la invitación para la vista de estado de Trump, "ha sido extendida y aceptada, pero que no se ha confirmado la fecha".
"Estados Unidos es nuestro más antiguo y más valioso aliado y la profunda alianza que tenemos perdurará", dijo el portavoz.
May fue la primera líder extranjera que visitó a Trump tras su toma de posesión en enero de 2017.
Un pilar de la política exterior de Reino Unido desde la Segunda Guerra Mundial, la llamada “relación especial” con Washington, ha adquirido una importancia adicional ya que Reino Unido se prepara para abandonar la Unión Europea en 2019 y busca nuevos acuerdos comerciales importantes.
Pero altos cargos británicos se han sentido consternados por algunas de las declaraciones de Trump. Stephen Doughty, un legislador de oposición laborista tuiteó el viernes: "No somos grandes admiradores de su comportamiento irreflexivo, racista y sexista".
Particularmente causaron incomodidad la propuesta de veto de entrada en Estados Unidos para musulmanes y más recientemente cuando Trump reprendió a la primera ministra Theresa May en Twitter después de criticarlo por retuitear videos antislámicos de la extrema derecha británica.
Ante la ausencia de Trump, el museo Madame Tussauds de Londres decidió colocar una estatua de cera del líder estadounidense afuera de la nueva embajada de EE.UU., atrayendo a una multitud para tomarse 'selfies' con la figura.
"Trump canceló su visita así que salimos al paso! Ciertamente fue una sorpresa para los trabajadores de la construcción en la Embajada" dice un tuit del Museo acompañado de fotografías de personas con la estatua de Trump.