Nacido el 22 de diciembre de 1947 en Tegucigalpa, Porfirio Lobo llegó a la presidencia de Honduras hace poco más de un año, cuando una elección protestada por parte de los hondureños y buena parte de la comunidad internacional se cerraba en el final del régimen de facto que precedió al golpe de estado que dejó fuera a Manuel Zelaya de su puesto.
Lobo, hoy padre de once hijos, cursó estudios de administración de empresas en la Universidad de Miami, se graduó en 1970 y regresó a Honduras. Allí se incorporó a las actividades empresariales de la familia, algo que combinó con la militancia política. Habiendo vuelto de la Universidad de Moscú (donde también estudió), siempre se lo había tildado de izquierdista cuando era joven. Sin embargo desde sus comienzos se movió dentro del Partido Nacional, al que en ese país siempre se le atribuye una filiación conservadora. Fue profesor de inglés y también dela asignatura de Ciencias Económicas en el Instituto La Fraternidad de Juticalpa, además de haber cursado una licenciatura en Historia. El actual presidente hondureño pertenece a una de las familias vinculadas fuertemente a la agricultura y la ganadería, y que han crecido en sus riquezas gracias al cultivo de maíz, frijoles y soja.
Desde el Partido Nacional, Lobo fue designado candidato a la Presidencia en las elecciones primarias, en las que derrotó al alcalde de Tegucigalpa, Miguel Rodrigo Pastor. En la elección presidencial perdió frente a Manuel Zelaya, durante el año 2005, pero la diferencia de porcentajes fue exigua a favor de quien por entonces resultó presidente electo. En 2008 volvió a ser la figura referencial de su partido ante los comicios, derrotando esta vez a Mario Canahuati. Esto fue después de unos veinte años de carrera como diputado. En el periodo 2002-2006, además, fue también presidente del Congreso, durante el gobierno de Ricardo Maduro.
La campaña de 2009 que lo dejó en el poder hasta hoy vino marcada por la salida forzada de Manuel Zelaya de la presidencia, a manos de Roberto Micheletti. Al momento de ganar las elecciones que llegaron después del golpe, numerosos perfiles se escribieron sobre él. Uno de ellos, publicado en el diario español El Mundo, lo señaló como “El comunista que se hizo de derechas”.
Al asumir, Porfirio Lobo prometió trabajar por la reconciliación política entre todos los hondureños, además de impulsar la mejora de los servicios básicos como la educación y la sanidad, además de reducir la delincuencia y promover el aumento de los niveles de empleo. "Ha sido milagroso llegar hasta aquí. El gobierno de Zelaya fue un presidente en permanente confrontación contra todos y a mí nadie me quieta de la cabeza que él no quería elecciones y quería continuar de forma indefinida en el poder”, declaró al momento de ganar. Hasta el momento, su gobierno ha sido reconocido por 91 países, y parte de la comunidad internacional sigue dividida respecto a su aceptación.