Con acusaciones sobre mentir, corrupción y fallas en el liderazgo la carrera presidencial dentro del Partido Demócrata cambia de tono.
Lo que hasta ahora se había mantenido en un ambiente civilizado se tornó tenso y cargado de críticas directas.
Casi de manera simultánea, los precandidatos a la nominación demócrata, Hillary Clinton y Bernie Sanders intercambiaron una guerra de palabras en la que ponían en tela de juicio las calificaciones para ocupar el cargo de Presidente de EE.UU.
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Bernie Sanders dijo a periodistas en Filadelfia que decidió plantear dudas sobre si Hillary Clinton está calificada para ser presidenta porque "eso fue lo que fue lanzado en mi contra". "Si la (ex) secretaria Clinton cree... que no vamos a devolver los golpes... debe pensarlo de nuevo", dijo Sanders.
Por su parte, la campaña de Hillary Clinton dijo que la exsecretaria de Estado no dijo que Sanders no estaba capacitado.
El intercambio de palabras se produjo luego que Clinton comentara sobre una entrevista a Sanders publicada por el New York Daily , en la que critica el historial de su rival y sus aptitudes para el puesto.
Al preguntarle si Sanders está cualificado y preparado para ser presidente de Estados Unidos, Clinton respondió, “bueno, creo que no ha hecho sus tareas y lleva más de un año hablando de hacer cosas que obviamente no ha estudiado o no comprende de verdad, y eso plantea muchos interrogantes".
Del mismo modo, Sanders atacó nuevamente a Clinton diciendo que prefiere estar buscando fondos al lado de los más ricos y poderosos.
Lo cierto es que las campañas se intensifican cada vez más y ahora los precandidatos buscarán por todos los medios atraer a los votantes para las próximas primarias cruciales en Nueva York, el próximo 19 de abril.
