Los líderes mundiales han prometido 3.000 millones de dólares para la lucha global contra la pandemia, un compromiso que se conoció esta semana poco después de que el presidente Joe Biden revelara “un hito trágico” para EEUU al llegar al millón de muertes por la enfermedad.
El anuncio se produjo durante la segunda cumbre virtual del COVID-19, liderada por EEUU y copatrocinada por Belice, Alemania, Indonesia y Senegal.
Durante el evento, que también reunió a líderes filantrópicos como el fundador de Microsoft, Bill Gates, no solo se logró el compromiso económico; también dio como resultado donaciones de vacunas, asistencia tecnológica, compromisos a campañas de vacunación, entre otras promesas.
Sin embargo, el mandatario estadounidense llegó a la cumbre sin un compromiso por parte del Congreso respecto a los 5.000 millones de dólares en fondos solicitados hace semanas al Legislativo. Hecho que el líder de Alemania pareció resaltar en sus comentarios de introducción.
"Entonces, ¿qué se necesita?", dijo el canciller Olaf Scholz. "La respuesta corta es: dinero", agregó.
Scholz prometió 885 millones de dólares para los esfuerzos globales contra el COVID-19, mientras que otras naciones ricas anunciaron nuevos compromisos.
Italia prometió 208 millones de dólares para el Acelerador Global de Acceso a Herramientas COVID-19 (ACT) y Corea del Sur, otros 300 millones para esa misma iniciativa.
Mientras que Arabia Saudita dará 2,8 millones de dólares a la Organización Mundial de la Salud OMS; el pequeño Lichtenstein proporcionó 300.000 al esquema global de vacunas COVAX, entre otros donativos provenientes del resto de países.
El esquema COVAX, codirigido por la alianza de intercambio de vacunas Gavi y la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha entregado hasta ahora 1.400 millones de dosis a 145 países, muy por debajo de los 2.000 millones de dosis planificadas para fines de 2021.
La vicepresidenta Kamala Harris hizo un llamado al Congreso de Estados Unidos para que apruebe las solicitudes de financiamiento de la Casa Blanca.
“Hemos pedido al Congreso de los Estados Unidos 22.500 millones de dólares en fondos de emergencia adicionales para combatir el covid", dijo. "Unos 5.000 millones de dólares se dedicarían a continuar con nuestro liderazgo y ayudar a salvar vidas en todo el mundo".
Los 17.500 millones restantes se destinarían a la financiación de la lucha contra la pandemia a nivel nacional. La Casa Blanca dice que es realista sobre su principal limitación.
“Creo que no queremos endulzarlo, que necesitamos más dinero”, apuntó la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki. "Aquí no tenemos un plan B".
En rueda de prensa, Psaki instó al Congreso a aprobar la financiación, "porque vamos a agotar nuestro suministro de tratamientos, perderemos frente a otros países en nuevos tratamientos prometedores, perderemos nuestro lugar en la fila para que Estados Unidos ordene nuevas vacunas contra el COVID-19, no podremos mantener nuestro suministro de pruebas COVID-19".
"Nuestro esfuerzo por ayudar a los países de bajos ingresos a obtener las vacunas contra el COVID-19 se estancará, lo cual es especialmente relevante dada la cumbre internacional que estamos organizando", advirtió.
Defensores de la salud: “el dinero no lo es todo”
Expertos en salud, incluido el doctor Krishna Udayakumar, del Duke Global Health Innovation Center, dieron la bienvenida a los nuevos compromisos, pero dijeron a la Voz de América que aún queda mucho por hacer.
“Los nuevos compromisos de financiamiento (…) son importantes para satisfacer las necesidades inmediatas, pero aún no alcanzan la escala necesaria para una respuesta integral, con una brecha de 15.000 millones [de dólares] solo para el Acelerador ACT”, apuntó.
Mientras que los defensores de la equidad en salud, como ONE Campaign, afirmaron que se requieren más acciones.
"Esta cumbre logró asegurar los compromisos que se necesitaban desesperadamente y traer nuevos participantes a la mesa. Pero los líderes mundiales aún tienen que entregar la estrategia y el volumen de recursos que necesitamos para cruzar la línea de meta", dijo la directora ejecutiva Gayle Smith.
"Los líderes aún pueden cumplir un plan coordinado y los recursos aún necesarios en la próxima cumbre del G-7 en junio. El Congreso debe ponerse en marcha proporcionando urgentemente 5.000 millones de dólares para la lucha global en curso contra el covid", agregó.
En ausencia de financiamiento adicional del Congreso, Biden aseguró que EEUU continúa luchando contra la pandemia al compartir tecnologías desarrolladas por el gobierno estadounidense con el Fondo de Acceso a Tecnología COVID-19 de la OMS.
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