Por primera vez, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) comenzó a prestar asistencia sobre el terreno en varias partes del occidente de Libia muy afectadas por los enfrentamientos armados de los últimos dos meses entre rebeldes y fuerzas leales al gobernante Moammar Gadhafi.
Un convoy de ocho camiones de la agencia de Naciones Unidas pudo transitar el lunes rumbo al oeste de Libia cargados de harina de trigo y galletas de alto contenido energético, en cantidad suficiente para suplir las necesidades alimenticias de casi 50 mil personas durante 30 días.
Emilia Casella, vocera del PMA dijo que a principios de semana la agencia suscribió un acuerdo con la Media Luna Roja para coordinar el transporte y la distribución de la asistencia alimentaria a las zonas más afectadas por la escasez de comida.
“La agencia está coordinando con todas las partes sobre el terreno para asegurar que la población civil no pase hambre”, dijo la portavoz.
Casella precisó que también se distribuirá alimentos a personas necesitadas en Trípoli, la capital, que se mantiene bajo control de Gadhafi.
También señaló que la agencia de la ONU ya hizo llegar un mes de suministros alimenticios el pasado 7 de abril a 40 mil personas en la ciudad portuaria de Misrata, controlada por los rebeldes y sitiada por las tropas de Gadhafi.
Mientras tanto, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) informó que un barco cargado de suministros médicos para suplir las necesidades de entre 15 mil y 25 personas se espera que atraque este miércoles en Misrata.
De acuerdo con Marixie Mercado, vocera de la UNICEF, los suministros incluyen botiquines de primeros auxilios, agua potable, tabletas para purificar agua y artículos de higiene.
“Hace 50 días que se combate en Misrata, la situación es peor de lo que temíamos y con seguridad empeorará a menos que haya un cese el fuego. Al menos hemos verificado la muerte de 20 niños, la mayoría menores de 10 años, el más pequeño tenía nueve meses. Muchos más han resultado heridos”, dijo Mercado.
Según la portavoz, muchos niños están traumatizados con el conflicto y tienen limitado acceso a agua potable, alimentos y otros artículos esenciales.
