Mientras el Congreso se pone de acuerdo si aprueba o no los fondos que solicitó el presidente Barack Obama para atender la crisis en la frontera, otro sector prepara una legislación que permita deportar de forma inmediata a los niños centroamericanos.
Bajo la premisa que estos niños deben recibir el mismo trato que los menores mexicanos que intentan ingresar a territorio estadounidense, el senador republicano John Cornyn y el legislador demócrata Henry Cuellar estarían por presentar una ley para revertir una ya existente, que prohíbe la deportación automática a niños que vienen de países no fronterizos con EE.UU.
La ley en mención, implementada en 2008 dentro de la categoría de tráfico de personas, exige que un menor aprehendido por inmigración y que no es mexicano debe presentarse ante un juez de inmigración para que escuche su caso.
El líder de la Cámara de Representantes, John Boehner, expresó su respaldo a cualquier iniciativa que signifique un cambio en la ley de inmigración actual que agilice la deportación de menores que no son mexicanos.
Este encuentro que deben tener los menores muchas veces se dilata o nunca se produce, razón por la cual los legisladores critican la actual política en el proceso.
La semana pasada el presidente Obama ordenó al Departamento de Justicia y al secretario de Seguridad Interna, Jeh Johnson tomar las medidas necesarias para agilizar dichos procesos.
Boehner señaló que este mes la Cámara de Representantes podría actuar en algún tipo de legislación migratoria y que se ha formado un grupo de trabajo para estudiar las opciones.
