La organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) declaró este viernes a Leopoldo López como prisionero de conciencia y exigió su liberación inmediata.
El presidente de la organización, el excampeón mundial de ajedrez y activista político ruso, Garry Kasparov, dijo que “con la encarcelación de López y las brutales tácticas represivas de la policía, las fuerzas armadas y los grupos paramilitares que están usando en contra de quienes le apoyan, el estado venezolano ha perdido cualquier fachada democrática que pueda haber tenido”.
El jueves en la madrugada, la jueza Ralenis Tovar Guillén decretó la detención de López, luego de que éste fue presentado en el juzgado No. 16 poco antes de la medianoche, acusado “incendio de un edificio público, daños a la propiedad e instigación para cometer un crimen”.
El político y economista graduado de Harvard, había sido capturado un día antes como sospechoso de terrorismo y homicidio de tres personas.
Human Rights Watch ha determinado, en cambio, que López fue “perseguido, arrestado y encarcelado exlcusivamente por haber ejercitado pacíficamente su derecho a la libertad de expresión”.
Sus acciones para empujar a sus seguidores bajo el lema de “la calles es la salida” constituye, según la HRW, “una expresión protegida bajo la ley internacional de los derechos humanos”.
La organización considera que “los instigadores a la violencia en las calles de Venezuela fueron los funcionarios gubernamentales como el presidente Maduro; el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello; y el ministro de Exteriores, Elías Jaua, quienes respondieron a las manifestaciones tildando a López, a (María Corina) Machado, (Antonio) Ledezma y (Henrique) Capriles… como 'fascistas', 'nazis', 'terroristas' y 'asesinos' ".
El presidente de la organización, el excampeón mundial de ajedrez y activista político ruso, Garry Kasparov, dijo que “con la encarcelación de López y las brutales tácticas represivas de la policía, las fuerzas armadas y los grupos paramilitares que están usando en contra de quienes le apoyan, el estado venezolano ha perdido cualquier fachada democrática que pueda haber tenido”.
El jueves en la madrugada, la jueza Ralenis Tovar Guillén decretó la detención de López, luego de que éste fue presentado en el juzgado No. 16 poco antes de la medianoche, acusado “incendio de un edificio público, daños a la propiedad e instigación para cometer un crimen”.
El político y economista graduado de Harvard, había sido capturado un día antes como sospechoso de terrorismo y homicidio de tres personas.
Human Rights Watch ha determinado, en cambio, que López fue “perseguido, arrestado y encarcelado exlcusivamente por haber ejercitado pacíficamente su derecho a la libertad de expresión”.
Sus acciones para empujar a sus seguidores bajo el lema de “la calles es la salida” constituye, según la HRW, “una expresión protegida bajo la ley internacional de los derechos humanos”.
La organización considera que “los instigadores a la violencia en las calles de Venezuela fueron los funcionarios gubernamentales como el presidente Maduro; el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello; y el ministro de Exteriores, Elías Jaua, quienes respondieron a las manifestaciones tildando a López, a (María Corina) Machado, (Antonio) Ledezma y (Henrique) Capriles… como 'fascistas', 'nazis', 'terroristas' y 'asesinos' ".
