La censura en América Latina alcanzó uno de sus puntos más altos desde el proceso de democratización regional 30 años atrás, revela el informe global del Comité para la Protección del Periodista (CPJ).
Un total de 41 periodistas perdieron la vida en 2010 por causas comprobadas, mientras que "la mayoría de los asesinatos quedan sin resolver", según señala CPJ en su informe ‘Ataques a la prensa en 2010’.
El reportero de CPJ Carlos Lauría ha descrito la situación latinoamericana bajo el título ‘En América Latina, el retorno de la censura’.
Brasil figura entre varios países latinoamericanos donde la censura está creciendo, al mismo tiempo que en Venezuela un tribunal prohibió que los medios locales publicaran imágenes de crímenes violentos en vísperas de las elecciones legislativas de septiembre. También la censura pesa sobre Ecuador, cuando la rebelión policial en septiembre generó agitación política, y el gobierno del presidente Rafael Correa ordenó que las estaciones de radio y de televisión detuvieran su programación para transmitir exclusivamente la señal de los canales estatales. Al mando de Correa, quien ha calificado a los medios como "provocadores" y "mentirosos", el gobierno también censuró, en otras ocasiones, a Teleamazonas, la emisora ecuatoriana más crítica del gobierno.
Otro de los graves riesgos es la autocensura, que los especialistas observan con preocupación en vastas áreas de México y Honduras que están fuera del control de las autoridades. “Los periodistas están ejerciendo autocensura sobre temas esenciales como el crimen y la corrupción por temor a convertirse en blanco de represalias. La prensa se ve impedida de informar sobre delitos que comprenden desde tiroteos en las calles hasta corrupción municipal”, recalca el informe.
“Una autocensura generalizada ha sido la devastadora consecuencia de la violencia letal ejercida por los carteles de la droga y por los grupos criminales. Decenas de asesinatos y desapariciones, ataques con bombas y múltiples amenazas han llevado a periodistas y medios de prensa mexicanos a abandonar no sólo el periodismo de investigación, sino también la cobertura informativa básica sobre el crimen”.
"Se ha acuñado una nueva palabra en el léxico de la guerra contra el narcotráfico en México: la narcocensura", señaló el diario Los Angeles Times en un artículo publicado en agosto.
Cuba, un capítulo aparte
“Mientras el resto de la región registró profundos cambios en las últimas tres décadas, el gobierno cubano conservó su estricto régimen de censura”.
La constitución del país otorga al Partido Comunista el derecho a controlar la prensa; reconoce la libertad de expresión y de prensa conforme a los fines de la sociedad socialista. Si bien la organización Reporteros Sin Fronteras se preguntaba ayer si el régimen está encabezando un intento de apertura real.
Esta escalada de censura podría deberse al “abuso gubernamental de recursos legales y regulatorios”, según explica Silvio Waisbord, profesor asociado y director de programas de la Escuela de Medios y Asuntos Públicos en la Universidad George Washington. Waisbord observa un paralelo entre la censura actual y la que se ejercía en época de las dictaduras; igual que en el pasado, "el resultado es un efecto inhibidor en los medios que a menudo limita la cobertura informativa sobre cuestiones de interés público".