El término “Fake news” o “noticias falsas” fue elegido en 2017 como 'la palabra del año' según el Diccionario Oxford, precisamente porque en ese momento tuvo su momento más alto: surgió una conciencia colectiva ante este fenómeno. Y como ningún país o contexto está exento, un grupo de académicos y periodistas venezolanos decidió formar una plataforma para hacer frente a este tipo de contenido.
El Observatorio Venezolano de Fake News (OVFN) surgió a finales de julio de este año para develar y analizar campañas de desinformación en la nación suramericana.
“Queremos alertar a la ciudadanía, contribuir a sanear la opinión pública nacional”, afirma a la Voz de América Mariela Torrealba, directora académica de Medianálisis, la asociación civil enfocada en el funcionamiento de los medios y la práctica periodística desde donde surge este proyecto.
Torrealba explicó que en estos pocos más de cuatro meses, han analizado unas 330 informaciones o alertas, de las cuales han desmentido 147. Entre las categorías de estas mentiras, sale primero, la de “catástrofes”, luego “servicios públicos”, y tercero “alimentación, educación y salud”.
Para Torrealba, este ranking “tiene que ver con una sociedad en crisis humanitaria compleja gravísima”, pues a pesar de la crisis política, el tema político surge en la cuarta posición.
"En momentos de alta tensión política (…) se crispa la presencia de contenido falseado (…) pero pareciera asociada a la idea del nerviosismo y a la posibilidad de realizar mayores falsedades por la incertidumbre que ronda en esas horas”, explica León Hernández, coordinador del OVFN, a la VOA.
Hernández detalla que en Venezuela la vía preferida del contenido falso es la famosa aplicación de mensajería WhatsApp. Agrega que entre las estrategias para publicarlo está la usurpación de identidad de personalidades o funcionarios, la descontextualización del contenido e incluso la recirculación de falsedades regionales.
“Ese tipo de estrategias que tanto afecta el sistema de creencias, termina el observatorio esforzándose por triangular, verificar, consolidar las mentiras, o develarlas, para evitar en la medida de lo posible, que la opinión pública venezolana se siga fragmentando”, agrega.
Sobre la verificación y entorno venezolano
En el caso del OVFN, cuentan con tres niveles para realizar el trabajo. El primero, un equipo de “cazadores o detectores” conformados por seis periodistas en distintos estados del país, una unidad de análisis de otros cuatro periodistas que se encargan de hacer informes semanales y un tercer nivel con invitados para realizar, cada mes, contenido a profundidad.
Sin embargo, ambos periodistas concuerdan que, desde la esquina, desde el ciudadano, es donde se diferencia el fenómeno “fake news” en la nación suramericana: su restricción en el ecosistema informativo, que deja “completamente desprotegido de información” al venezolano.
Torrealba destaca que en el país solo quedan 30 diarios, e incluso hay estados sin prensa tradicional, y a pesar de lo que catalogó como “primavera digital”, con la proliferación de portales web informativos, se enfrentan al internet más lento de la región y a su poca penetración.
“El empequeñecimiento del sistema, la censura que vive el sistema, las restricciones que vive el sistema; entonces tú dices: ¿Cómo se está informando la gente?”, apuntó la periodista.
A pesar de ello, es esta peculiaridad las que les ha brindado una oportunidad. Teniendo presente este contexto, y a diferencia de otras partes del mundo donde se desarrollan técnicas que dejan que la computadora haga el trabajo, el OVFN lo plantea desde “los productores de noticias verdaderas”, desde sus criterios periodísticos e incluso ya tienen un manual de trabajo establecido.
En estos meses, Hernández asegura que han tenido “una respuesta extraordinaria de la audiencia, muy bonita”, donde incluso han llegado usuarios confesando que habían compartido la falsedad y consultando cómo podían hacer para retractarse.
El OVFS, agrega Hernández, espera seguir creciendo y enfocarse próximamente en otras de sus aristas: el de la capacitación y la investigación para la identificación de noticias falsas, a nivel académico y social.