Luis Alberto Lacalle Pou asumió el domingo como nuevo presidente de Uruguay, prometiendo impulsar el cambio que la ciudadanía pidió en la ajustada elección de noviembre pasado.
Al subir las escaleras del Palacio Legislativo, Lacalle Pou y la vicepresidenta electa Beatriz Argimón fueron saludados por el senador más votado, el ex presidente José Mujica (2010-2015), mientras sonaban los clarines militares.
En su primer discurso como presidente, Lacalle Pou remarcó su calidad de "inquilino transitorio del poder ... Somos empleados de los ciudadanos y estamos para servirlos".
También tuvo referencias para el gobierno anterior del Frente Amplio y prometió "motivar lo que se hizo bien (y) corregir lo que se hizo mal".
Advirtió que la situación económica "se ha deteriorado", en aparente alusión al déficit de 4,9% del PIB que preocupa a su administración. Y se comprometió a "mejorar la situación fiscal".
Lacalle Pou se comprometió llevar un gobierno austero y un exhaustivo análisis de los costos del aparato y las empresas estatales. "El ciudadano ya ha hecho el esfuerzo para sostener el gasto público", señaló en referencia al aumento de la carga tributaria durante el gobierno pasado. "Debemos actuar sobre los costos de producción y servicios. Recuperar la competitividad nacional", expresó.
Señaló que el país está "ante una emergencia" en seguridad. Apuntó que dará instrucciones para cuidar a "la enorme mayoría de los uruguayos que se sienten desprotegidos" ante la delincuencia.
Otro de sus puntos clave fue la reforma en la educación, asegurando que "no hemos podido mejorar la calidad del aprendizaje y la falta de resultados en educación se convierte rápidamente en una fractura social", expresó.
También habló de la necesidad de flexibilizar el Mercosur para que cada socio celebre acuerdos bilaterales con otros países y finalizar el acuerdo del bloque sudamericano con la Unión Europea.
"Dentro de cinco años los uruguayos podrán evaluar nuestro desempeño. Si al final del periodo son más libres habremos hecho bien las cosas, de lo contrario habremos fallado en lo esencial"
Al salir del Parlamento Lacalle Pou fue escoltado por más de un millar de jinetes que llegaron de distintos puntos del país para acompañarlo a la sede de gobierno donde lo espera el actual mandatario, Tabaré Vázquez, del socialdemócrata Frente Amplio.
Las reformas frenteamplistas colocaron al país en un sitial de privilegio en el continente latinoamericano. Tiene una de las clases medias más numerosas de la región, menores índices de informalidad y una economía en crecimiento ininterrumpido. Uruguay es el segundo país con mejor distribución económica y el cuarto en América Latina y El Caribe en Desarrollo Humano.
Cuatro presidentes latinoamericanos asistieron al acto: el brasileño, Jair Bolsonaro, el chileno Rafael Piñera, el paraguayo Mario Abdo y el colombiano Iván Duque. También participó el rey Felipe VI de España a quien Lacalle Pou agasajó el sábado al mediodía con un asado y vinos uruguayos. También viajó a Uruguay Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos.