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Lacalle afronta reto de cumplir ambiciosa oferta electoral


El presidente electo de Uruguay, Luis Lacalle, tendrá que hacer frente a una propuesta de gobierno que hizo durante la campaña que lo llevó al triunfo el 27 de octubre. Foto: AP/Santiago Mazzarovich.
El presidente electo de Uruguay, Luis Lacalle, tendrá que hacer frente a una propuesta de gobierno que hizo durante la campaña que lo llevó al triunfo el 27 de octubre. Foto: AP/Santiago Mazzarovich.

Uruguay, uno de los países más pequeños de Sudamérica, se prepara para dar un giro hacia la derecha luego de 15 años de gobierno del centroizquierdista Frente Amplio, con el recién electo Luis Lacalle Pou, un nuevo presidente que propone una modernización de la economía sin dejar rezagados a los más vulnerables.

Lacalle Pou, del conservador Partido Nacional, encabezó una coalición de partidos opositores que en segunda vuelta obtuvo una ajustada victoria con un 50,79 por ciento de los votos, sobre Daniel Martínez, el candidato de izquierda del Frente Amplio, quien obtuvo un 49,21 por ciento de los votos.

La coalición de Lacalle obtuvo 17 de los 30 curules en el Senado y 54 de los 99 diputados, con lo cual asegura una mayoría en el Congreso que le permitirá gobernar sin estancamientos legislativos.

En la agenda nacional figuraron durante la campaña electoral, los temas de la seguridad pública, la educación y la economía como los que más que preocupaban a una población de unos 3.5 millones de habitantes en un país altamente dependiente de su producción agropecuaria.

Desde inicios del 2018, la problemática agropecuaria tomó fuerza como uno de los temas de mayor relevancia, siendo llamado “el petróleo uruguayo” o “el pulmón de la economía”.

¿Buen gobierno?

La agenda de gobierno de Lacalle tiene ahora como su primer punto instaurar un gobierno que “tenga sus cuentas en orden”. Según el documento firmado por los partidos políticos que se aliaron a Lacalle tras quedar en primer lugar en la primera ronda de votaciones el 27 de octubre, “los últimos gobiernos no supieron administrar la abundancia de la que se beneficiaron. A pesar de que dispusieron de más dinero que ningún otro gobierno en la historia nacional, hoy tenemos un déficit fiscal que no para de crecer, una inflación fuera de los límites fijados por el propio gobierno y una deuda que crece a un ritmo insostenible”.

Ante ese escenario, la propuesta de Lacalle es “disminuir el déficit fiscal como condición para reducir el ritmo de endeudamiento y la presión sobre el tipo de cambio”.

Agrega el plan de Lacalle que realizarán durante el 2020 una auditoría de gestión que “permita identificar espacios de ineficiencia y eventuales irregularidades en el manejo de los recursos públicos”.

¿Y los más vulnerables?

Pero consciente de las crisis por las que han atravesado Ecuador, Chile y Colombia al sólo prestar atención a los datos macroeconómicos pero no a la realidad de los más vulnerables, Lacalle pretende mantenerse a salvo de tales crisis comprometiéndose a “identificar y aprovechar oportunidades de ahorro en el gasto público, sin afectar las prestaciones en el área social. Aspiramos a un estado activo, no prescindente, en apoyo de los más vulnerables”.

Para alejarse de los gastos suntuosos que tanto molestan a las multitudes,, Lacalle se comprometió a reducir la flota vehicular del gobierno, el número de asesores y puestos de confianza.

Y los ahorros que se logren aumentando la eficiencia y eliminando lo superfluo, se destinarían a apoyar el desarrollo económico, según el plan de gobierno de Lacalle.

En primer lugar establece como una meta el avance hacia precios de combustibles que sean competitivos con la región y el mundo, promoviendo que los precios locales estén relacionados con los precios internacionales del petróleo y que las reducciones en los precios se traduzcan en ahorros para los consumidores uruguayos.

Se plantea además promover la libre competencia en los sectores de las telecomunicaciones y la energía eléctrica para lograr que los consumidores se beneficien de mejores precios y servicios.

¿Qué propone al sector agropecuario?

A los que se considera el motor de la economía uruguaya les ofrece la eliminación de “impuestos ciegos”, o aquellos que no tienen vínculo ni con las ganancias ni con el nivel de actividad de las empresas, sino que son cobros fijos que el estado hace a los empresarios de distinto tamaño.

Propone además formar “clusters” o polos de producción “para aprovechar el conocimiento y experiencias agroalimentarias entre universidades, centros tecnológicos, productores y operadores del sistema alimentario doméstico e internacional”.

Plantea mayor seguridad en el campo, especialmente ante el fenómeno del abigeato, o robo del ganado. A otros sectores altamente productivos y rentables que actualmente atraviesan crisis, como la lechería, el arroz, la granja, la vitivinicultura y la apicultura, les ofrece apoyo para su reactivación.

¿Y los empresarios?

El joven presidente electo propone mejorar la infraestructura para la producción, elaborando y poniendo “progresivamente en práctica un programa de desarrollo de infraestructura vial, ferroviaria y portuaria, con visión logística y territorial, que reduzca los costos asociados de transporte al mismo tiempo que actúe como generador de empleo”.

Lacalle ofrece impulsar a la pequeña y mediana empresa con un régimen tributario especial, modificando el régimen gubernamental para hacerlo más eficiente y ágil, eliminando duplicaciones de trámites y costos burocráticos.

Ofrece además lo que es una de las grandes preocupaciones de los pequeños y medianos empresarios: el financiamiento. Según Lacalle se puede modernizar las operaciones de la Bolsa de Valores para que los empresarios tengan nuevas opciones de financiamiento.

¿Qué dice sobre la seguridad ciudadana?

Otro de los temas que agobia a los empresarios es la falta de seguridad. Para ello, Lacalle planea decretar un Estado de Emergencia para lanzar una ofensiva frontal contra la actividad delincuencial en todas sus formas. Habla de velar por la profesionalización de los cuerpos de seguridad para garantizar siempre el respeto a los derechos humanos y el bienestar de los oficiales.

Plantea construir una cárcel de máxima seguridad para poder albergar a narcotraficantes y otros sujetos de alta peligrosidad.

Nueva educación

Luego para la educación tiene una sola palabra: “transformarla”.

Ganó las elecciones haciendo un compromiso de reforzar la calidad de la educación en todos los niveles, promover la capacitación constante de los docentes y establecer un sistema por el cual asciendan los maestros más capaces, y no los más veteranos como es actualmente.

Para los más vulnerables tiene un plan para acabar con los asentamientos en un plazo de diez años, mediante el subsidio de los alquileres o con programas de compra de viviendas populares.

¿Y por supuesto, qué hay sobre la salud pública?

En el ámbito de la salud se propone eliminar los “corralitos” o sistemas mediante el cual el ciudadano no puede escoger el centro médico en el que puede recibir atención.

Afirma que nombrará una comisión de evaluación de tecnologías para garantizar que los hospitales públicos tengan los mejores equipos posibles. Añadió que no quedarán fuera de la cobertura la atención a los problemas mentales y emocionales.

“Se prestará especial atención a las problemáticas de la depresión, el consumo problemático de sustancias, abuso sexual, bullying, auto y heteroagresiones, e intentos de autoeliminación. Se priorizarán las acciones dirigidas a jóvenes y adolescentes”, añadió Lacalle en su Plan de gobierno.

Lacalle Pou asumirá la presidencia el 1ro marzo del 2020.

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