Argentina ya está en conteo regresivo para las elecciones presidenciales del domingo, mientras la mayoría de los ciudadanos se enfocan en que el próximo presidente del país sea capaz de resolver los problemas económicos, el sector donde se localiza una de las mayores preocupaciones de los argentinos que buscan sobrevivir en medio de una severa y duradera crisis.
La incertidumbre por la situación de la economía se percibe en las calles de la capital, Buenos Aires, y también en cualquier otra ciudad del país, donde llegar a fin de mes es casi una proeza para los trabajadores.
“Se siente en el bolsillo porque aumentan los precios y recae tanto en la gente que va a comprar como en la gente que va a vender. Se siente en todos los sectores de la economía", dijo Gabriel Bras, trabajador del sector comercial.
En días recientes, los candidatos realizaron sus cierres de campaña, ya no se permiten anuncios electorales, y la veda política obligatoria generó que en la discusión popular los comicios pasaran a estar, al menos por unos días, en segundo plano.
Y es que a lo largo de la última década, Argentina ha sucumbido a una profunda crisis económica que tiene un impacto directo en los trabajadores y la clase media del país. La crisis no hizo más que empeorar este año y acelerarse tras el triunfo del libertario Javier Milei en las elecciones primarias de agosto, que dirimieron las candidaturas internas de todo el espectro político.
Los datos hablan por sí mismos. En el mes de septiembre, el índice de inflación mensual se ubicó en 12,7 %, según cifras oficiales difundidas por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos de la República Argentina (INDEC). De ese modo, se trató de la mayor subida de precios en los últimos 30 años. El índice de agosto había sido similar, en torno al 12,4 % mensual.
En septiembre, Argentina alcanzó un 138,3 % de inflación interanual, que se prevé aumente en los próximos meses. De acuerdo con las cifras de INDEC, a este contexto se le suma que el 40,1 % de la población se encuentra bajo la línea de pobreza y cerca de un 45 % de los empleados del país trabajan en el ámbito informal, tal como arrojan las estadísticas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
“La situación económica en general, el poder adquisitivo y el humor de los consumidores quedó muy deteriorado después de las elecciones internas PASO, de agosto, porque tras los comicios se agravó la dinámica devaluatoria y la aceleración marcada de la inflación”, explicó a la Voz de América el economista en jefe de la consultora Invecq, Matías Surt.
Es visible en las calles que el ánimo de los argentinos se ha crispado, combinado con el desencanto hacia la dirigencia política y la falta de perspectivas sobre el futuro que son palpables al dialogar con prácticamente cualquier persona en el país. “La gente se acostumbró a tener inflación, pero está muy cansada porque cada vez sube más, hay más porcentaje de inflación en menos tiempo”, explicó María Cecilia López, mientras camina por las pequeñas calles del microcentro porteño.
López es empleada en relación de dependencia, tiene dos hijos y el sueldo muchas veces no le alcanza. “Todos los precios van subiendo muy rápido, además de que suben mucho y uno ya no sabe cómo medirlo”, lamenta durante su conversación con la VOA. “Pierdes la noción si es mucho, si es poco, porque todo subió mucho, no hay referencia en los precios”, afirma.
Los precios a merced de la política
Argentinos consultados por la VOA manifestaron que la incertidumbre pasa por el resultado electoral, toda vez que en la calle muchos son conscientes de que del rumbo que tome el próximo gobierno dependerá el destino de la mayoría ... y de su bolsillo.
“Uno trata de adelantarse a todo en las compras”, expresó José Agustín Borges, un venezolano que desde hace 8 años vive en Argentina. Poco antes de conversar con la VOA -expuso- tuvo una experiencia que lo dejó sorprendido. “Fui a comprar un short y la vendedora me dijo: ‘mira, hoy te lo voy a vender a tanto y la semana que viene lo voy a aumentar, y si gana un candidato en particular voy a aumentar más porque ya me lo dijeron del lado de los productores’”.
La situación con el dólar ha sido clave en este contexto de incertidumbre que encara Argentina, donde esta moneda no es de libre acceso y la cotización paralela -la de compra libre- no hizo más que aumentar consecutivamente en los últimos meses, impulsando por tanto el alza de precios.
“En un contexto de incertidumbre electoral con tres candidatos que tienen chance de llegar a la segunda vuelta electoral, los argentinos se refugian en el dólar frente a una caída de la demanda del peso por exceso de oferta”, explicó a la Voz de América el analista económico Damián Di Pace.
“Eso acelera la variación de precios de la economía y está generando que el peso pierda poder adquisitivo devaluándose fuertemente”, agregó Di Pace.
Candidatos favoritos
Los tres candidatos presidenciales con más posibilidades de triunfo son Javier Milei, de La Libertad Avanza; Sergio Massa, de Unión por la Patria y Patricia Bullrich, de Juntos por el Cambio.
Durante los comicios internos de agosto, donde se definieron las candidaturas de cada uno de los partidos, Milei fue el más votado, aunque los resultados finales fueron muy ajustados con menos de 2 % de diferencia entre cada uno de ellos.
Milei, un libertario, es una figura que emergió en la arena política argentina en 2021 como diputado nacional. Su éxito reciente, de acuerdo con observadores, parece está relacionado a que ha capitalizado el malestar relacionado con la grave crisis económica y conectado con este sentir nacional de incertidumbre de cara al futuro por las crisis recurrentes del pasado y presente de Argentina.
“A lo largo de los 40 años de democracia ininterrumpida que la Argentina celebra para esta fecha no hubo ningún sector político que lograra una prosperidad económica, lo que le dio el espacio a Milei para instalar una agenda que le permite posicionarse como un referente para suplir los errores de las políticas de la centro izquierda y centro derecha argentina”, dijo a la VOA el consultor político Miguel Gómez Goldin.
Queda por ver qué pasará el domingo, cuando en medio de este complejo ambiente económico, más de 35 millones de argentinos estarán en la capacidad de votar y elegir al próximo presidente y a los diputados y senadores nacionales que fungirán hasta 2027. Este domingo se elige también a los representantes del Parlasur, el órgano parlamentario del Mercosur.
Para que un candidato se imponga en primera vuelta necesita, por un lado, obtener más del 45 % de los votos válidos o, por el otro, más de 40 % de los votos y una diferencia de por lo menos 10 puntos porcentuales con el segundo candidato. En caso contrario, Argentina tendrá una segunda vuelta electoral programada para el 19 de noviembre.
"Los tres principales candidatos no le dan soluciones a los trabajadores, todos hablan de una solución que no sabemos cuál es”, dijo Gabriel Bras, trabajador del sector comercial.
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