Para unos “un salto al vacío”, para otros la oportunidad de “construir cimientos” para nuevas estrategias: sin consenso pero con la mayoría, la oposición de Venezuela decidió este viernes poner fin al gobierno interino que encabeza Juan Guaidó desde el año 2019 y que buscó, sin éxito, el “cese a la usurpación” del gobierno de Nicolás Maduro.
El debate sobre la eliminación del interinato, que entrará en vigencia el próximo 5 de enero, convocó a 104 miembros del Parlamento de 2015, que es considerado por decenas de países como el único poder legítimo de Venezuela.
Con 72 votos se aprobó la disolución, en segunda ocasión, del gobierno interino. El proyecto que planteaba la continuidad de esta figura contó con 23 votos. Ocho parlamentarios se abstuvieron.
“Hoy se da un salto al vacío, hoy se capitula”, dijo Guaidó durante su intervención. “Y 72 diputados capitularon en una herramienta de lucha que es la presidencia encargada”, agregó en un mensaje que duró unos 20 minutos, una vez celebrada la votación.
“¿Quién va a asumir el vacío de poder o se va a autodisolver un poder autónomo de esa manera? ¿quién va a asumir entonces las competencias, con nombre y apellido, ante los venezolanos?”, cuestionó.
Expuso, además, que la eliminación del interinato que ha liderado “no nos pone en una mejor posición”.
“Mientras a esta hora la dictadura saliva les digo, aquí estoy y aquí voy a estar (...) Si Maduro decide perseguirme aquí voy a estar con los venezolanos, intacto, firme, por la defensa de nuestra gente”.
Una sesión tensa
La sesión estuvo llena de señalamientos y choques entre unos y otros: los opositores que rechazaban la continuidad del interinato y los que respaldaban la figura.
“Esto da vergüenza”, lanzó Freddy Guevara, del partido Voluntad Popular (VP). “No puedo entender cómo estamos cometiendo este suicidio, (...) este error histórico”, dijo indignado antes de rechazar la desaparición del interinato.
“Lamentamos que no se haya podido construir un acuerdo unitario (...) han sido horas verdaderamente difíciles (...) no hemos sabido dar una respuesta a un pueblo que necesita unidad (...) el pueblo de Venezuela pide unidad y le estamos dando división”, agregó Hector Cordero, del partido Encuentro Ciudadano (EC), que salvó su voto.
Por su parte, el exparlamentario Miguel Pizarro, que apoyó el cese del gobierno interino, reprochó que “los últimos días” hayan sido “un festival lamentable de descalificaciones”.
“El gobierno interino fue una emanación, una emergencia de la Asamblea Nacional. Lo que era algo provisional se convirtió en perpetuo”, argumentó Juan Miguel Matheus, del partido Primero Justicia (PJ) que impulsó la eliminación del interinato.
Además de la eliminación del interinato de Guaidó, el proyecto presentado por las fracciones de los partidos Primero Justicia (PJ), Un Nuevo Tiempo (UNT) y Acción Democrática (AD) planteaba la continuidad del Parlamento y la creación de una comisión ejecutiva orientada a defender los activos del país en el exterior.
La noche antes, Guaidó intentó convencer al grueso de la oposición de mantener el interinato y no “destruirlo”, y abría la puerta a la posible designación de una nueva directiva. Pero no fue respaldado.
La mayoría de los que se oponen a la continuidad del interinato lo hacen con la mirada puesta en una “nueva estrategia” y “dejando claro que nunca” han “apoyado a Maduro”, según explicó en la sesión Alexis Paparoni, de UNT.
Al momento de la publicación, Guaidó no se había referido aún a la decisión, aunque, según anunció, tenía previsto intervenir en la junta extrordinaria de la Asamblea Nacional.
¿Un inconveniente?
No obstante, otros opositores consideran que el cese del interino es “inconveniente políticamente” y que supone el “riesgo” de perder el control de activos de Venezuela bloqueados en el extranjero por las sanciones.
“Lo consideramos inconveniente políticamente (...) regalarle a la dictadura una victoria de este tipo (...) de abrir las puertas al reconocimiento (internacional) de Maduro”, agregó, José Prat, de la Causa R.
Guaidó fue proclamado como presidente interino de Venezuela en 2019 y fue reconocido por al menos 50 países, argumentando que el proceso electoral de 2018 en el que el presidente Nicolás Maduro obtuvo la reelección, fue “fraudulento”. Pero estos últimos años el respaldo internacional se ha debilitado.
Desde hace más de un año comenzaron a ser evidentes las divisiones entre los dirigentes que adversan a Maduro.
Y en estas horas de choques muchos abogaron por la “unidad” dentro de las filas opositoras de cara a las elecciones presidenciales que corresponden a Venezuela en 2024, pues la oposición planea unas primarias en 2023 para escoger al adversario del chavismo.
“Sólo unidos tendremos libertad”, zanjó Delsa Solórzano, de EC.
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