A muy temprana edad Angelina Jolie se encargó de asesinar a sus primeras mascotas, se lesionaba así misma para “liberarse”, vestía siempre de negro y cuando recién su nombre empezaba a sonar en el mundo de la farándula, confesó ser bisexual.
Jolie no es una mujer como las demás. Frente a las cámaras se besó con su hermano tal y como lo ha hecho con sus esposos. Sus tatuajes por todo el cuerpo siempre han dado mucho de qué hablar y su conflictiva relación con su padre, el actor Jon Voight, ha sido comidilla para la prensa amarilla.
Como actriz ha tenido sus altos y bajos, su belleza es admirada mundialmente y se encargó de dejar a la actriz Jennifer Aniston sin marido, al lograr que el galán Brad Pitt se embrujara con sus encantos. Por cierto, Pitt, ha sido el tercer hombre en hacerlo.
Pero no todo es negativo en la vida de esta estadounidense de sangre alemana y eslovaca, nacida en los Ángeles, California en 1975. Sus obras de caridad y su lucha por mejorar las condiciones de vida de los refugiados de guerra de todo el mundo, son bien conocidas. Simplemente parece ser que Angelina llega hasta los extremos con cada cosa que hace.
A lo largo de su carrera, Jolie ha recibido múltiples reconocimientos por sus logros actorales, entre ellos un premio Óscar y tres Globos de Oro.
Aunque comenzó actuando en pequeños proyectos, se le atribuye como debut oficial su papel en la película Cyborg 2 de 1993. La primera interpretación principal que hizo fue en la película Hackers de 1995. En 1997 actuó en la polémica película George Wallace y luego en 1998 interpretó a un personaje principal en el filme para televisión GIA.
