El presidente de Microsoft, Steve Ballmer, declaró hace apenas unas semanas que Windows Phone 7 no estaba vendiendo como a la empresa le gustaría, pero que tenían confianza en el futuro del sistema. No mucho más tarde el presidente de Verizon Communications, Lowell McAdam, comentó que, en su opinión, en el mercado de los smartphones habrá tres grandes: iPhone, Android y Windows Phone 7, dejando a las BlackBerry atrás.
Pero, ¿cómo puede entonces un sistema para celulares cosechar ese éxito si las ventas hasta ahora han sido tan desalentadoras? Y, ¿podrá hacer frente al todopoderoso iPhone 5 que está a la vuelta de la esquina?
La respuesta llega de la mano de Windows Phone 7.5, también conocido como la actualización gratuita Mango que acaba de llegar para todos los dispositivos con Windows Phone.
He probado Mango en varias ocasiones en su versión en desarrollo, pero es a partir de ahora que tengo la versión final en un Samsung Omnia 7, uno de los primeros celulares con este sistema operativo, que puedo darle un veredicto final.
Y la verdad es que a primera vista parece que nada ha cambiado. Al igual que cuando salió por primera vez a la venta este sistema operativo presenta una pantalla principal llena de cuadros para las aplicaciones y “centros” de actividades (contactos, Office, Xbox Live…) Pero si esperamos tan sólo 2 segundos en esta pantalla, veremos cómo estos cuadros cobran vida: de repente la ficha de un contacto se da la vuelta y nos muestra su última actualización de Twitter, o la ficha del próximo avión se vuelve roja para avisarnos de que, basándose en nuestra posición actual, vamos a llegar tarde.
Es ahí donde Windows Phone triunfa: en la integración de servicios y redes sociales con todo el sistema operativo.
Uno de mis ejemplos favoritos: si estamos hablando por el chat de Facebook con un contacto y nos vamos de casa, podemos continuar la conversación en el celular. Pero si ese contacto se desconecta de Facebook automáticamente pasará a responder a través de mensajes de texto al celular.
O podemos hacer una foto y con sólo dos toques subirla a Twitter o a Facebook, e incluso responder a los comentarios sin necesidad de abrir ninguna aplicación.
Por si fuera poco se integra perfectamente con el servicio de música de Microsoft Zune en el que, si somos suscriptores, con tan sólo darle a la tecla de Smart DJ, descargará música automáticamente que el servicio considere que nos gustará según las canciones que solemos escuchar.
Pero esto son tan solo algunas de lo que Microsoft asegura son más de 500 novedades, entre las que se encuentran la multitarea (si mantenemos pulsado el botón “atrás” veremos fichas de nuestras aplicaciones abiertas) o las mejoras en velocidad, así como un buscador que escanea lo que ve a través de la cámara o incluso traduce los textos de los documentos en papel. Sería imposible nombrarlas todas ellas aquí, tanto las grandes como las más pequeñas.
Aunque también es cierto que todavía le faltan algunos detalles que sus competidores de iPhone y Android consiguieron hace unos años. O que aplicaciones tan populares como Skype todavía no se encuentran disponibles para Windows Phone. Son detalles que espero que Microsoft solucione con el paso del tiempo.
Pero para todos aquellos usuarios que ya adquirieron un celular de Windows Phone 7 esta actualización es mucho más que recomendada, sobre todo teniendo en cuenta que es gratuita.
Y para aquellos que estén pensando en adquirir un nuevo celular puedo recomendar sinceramente muchos de los terminales disponibles con Windows Phone 7. La última actualización ha convertido este sistema operativo en uno digno de competir ferozmente contra Apple y Google, y aunque todavía carezca de algunas funciones de la competencia ha llegado a alcanzarles en todo lo demás y, en varios aspectos, incluso a mejorarlos.