El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo el lunes que dimitirá, aunque remarcó que permanecerá en el cargo hasta que el Partido Liberal elija a su sustituto.
"Tengo la intención de renunciar como líder del partido como primer ministro después de que el partido elija a su próximo líder", dijo Trudeau en declaraciones en directo.
El anuncio corrobora informes de fuentes y reportes de medios locales canadienses sobre la posibilidad de que Trudeau dimitiría de forma inminente.
Eso significa que Trudeau seguirá siendo primer ministro el 20 de enero, cuando tome posesión el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha amenazado con imponer aranceles que paralizarían la economía de Canadá.
"Este país merece una opción real en las próximas elecciones, y me ha quedado claro que si tengo que librar batallas internas, no puedo ser la mejor opción en esas elecciones".
Trudeau, de 53 años, asumió el cargo en noviembre de 2015 y ganó la reelección dos veces, convirtiéndose en uno de los primeros ministros con un mandato más largo de Canadá.
Pero su popularidad comenzó a caer hace dos años en medio de la ira pública por los altos precios y la escasez de viviendas, y su imagen nunca se recuperó.
La marcha de Trudeau dejaría al partido sin una cabeza permanente en un momento en que las encuestas muestran que los liberales sufrirán una dura derrota frente a los conservadores de la oposición oficial en unas elecciones que deben celebrarse a finales de octubre.
El anuncio de dimisión de Trudeau tuvo lugar antes de una reunión de emergencia de los parlamentarios liberales el miércoles.
El Parlamento debía reanudar sus actividades el 27 de enero y los partidos de la oposición habían prometido derrocar al gobierno tan pronto como pudieran, probablemente a finales de marzo.
Pero si el Parlamento no vuelve hasta el 24 de marzo, lo más pronto que podrían presentar una moción de censura sería en mayo.
Hasta hace poco, Trudeau había podido mantener a raya a los legisladores liberales preocupados por la mala imagen en las encuestas y la pérdida de escaños seguros en dos elecciones especiales celebradas el año pasado.
Pero las peticiones para que se haga a un lado arreciaron desde el mes pasado, cuando trató de degradar a la ministra de Economía, Chrystia Freeland, una de sus aliadas más cercanas, después de que ésta se opuso a sus propuestas de aumentar el gasto.
Freeland renunció y escribió una carta acusando a Trudeau de "trucos políticos" en lugar de centrarse en lo que era mejor para el país.
[Con información de Reuters y AP]
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