La justicia nicaragüense envió este jueves a casa por cárcel al expresidente del sector privado José Adán Aguerri, para cumplir la condena de 13 años impuesta por un juez de Managua por el delito de “traición a la patria”.
Según un medio oficialista, Aguerri presentaba problemas de salud, por lo que su abogado solicitó un cambio de medida cautelar a un juez. El fallo habría sido orientado por medio de un tribunal de justicia.
Aguerri fue detenido en junio de 2021, al igual que otro grupo de opositores, previo a las elecciones generales de ese año, donde el presidente Daniel Ortega se impuso en un nuevo mandato.
Tras la condena el 3 de marzo, Aguerri permanecía encarcelado en la cárcel de máxima seguridad conocida como El Chipote, en Managua, donde los familiares aseguraban que se encontraba en condiciones inhumanas, al igual que el resto de detenidos.
En El Chipote se encuentran otros dirigentes críticos a Ortega, como Michael Heally, quien asumió el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), tras vencérsele el plazo a Aguerri; y el vicepresidente de esa gremial, Álvaro Vargas.
Ortega ha acusado a los empresarios y otros grupos de la sociedad civil de intentar darle un golpe de Estado en el año 2018, cuando surgieron violentas protestas, las cuales fueron reprimidas con violencia dejando más de 300 muertos y miles de heridos y exiliados.
Organizaciones de derechos humanos, así como la comunidad internacional, han pedido a Ortega “que cese la represión” y que libere a todos los “presos políticos”, incluyendo a siete aspirantes a la presidencia detenidos en 2021.
Ante la negativa de Ortega, Estados Unidos, la Unión Europea y aliados han impuesto sanciones contra el círculo del presidente “por violaciones a los derechos humanos”.
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