Joseph Blatter fue confirmado en Zúrich como presidente de la FIFA, por cuarta vez.
En medio de una de las elecciones más escandalosas en la historia de la FIFA, el suizo fue el único candidato tras la suspensión y posterior retirada de su rival catarí Mohamed bin Hammam, por un presunto caso de corrupción, y al no tener oposición, fue el claro ganador con 186 de las 203 asociaciones que votaron. Cinco naciones más, decidieron abstenerse.
La federación inglesa había hecho un llamado un par de días atrás para ‘posponer la elección’ y darle tiempo a un candidato alternativo para que pueda presentarse y así ‘dar más credibilidad al proceso’, pero la propuesta de Inglaterra fue rechazada con 172 votos en contra de aplazar la votación y 17 a favor.
Con su más reciente elección, Blatter estará al frente de la FIFA 17 años (1998-2015). Entre algunas de las reformas que pretende impulsar está un cambio en la metodología que se utiliza para elegir al país sede de un Mundial.
'Se ha hablado de dar más poder a las asociaciones nacionales, quiero que en el futuro lo decida el congreso de la FIFA. El comité ejecutivo realizará una lista de candidatos a organizar los Mundiales, entre los cuales el congreso decidirá', dijo Blatter.
Una elección por parte del congreso significaría una votación de las 208 asociaciones nacionales, frente al sistema que se utiliza hasta ahora en el que decidían los 24 miembros del comité ejecutivo.
'Hemos recibido golpes y yo he recibido muy duros. Hemos cometido errores, pero vamos a aprender de esos errores', dijo Blatter antes de ser confirmado.
El presidente de la FIFA aseguró que la organización necesita “reformas radicales y necesarias” y no sólo “toquecitos”. “No quiero una situación indigna”, indicó Blatter.
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