Algunos inmigrantes quizá tuvieron “mucho miedo” o fueron “muy perezosos” para inscribirse en el programa del gobierno del presidente Barack Obama que los protege de la deportación, dijo el martes el jefe de personal de la Casa Blanca, John Kelly, al defender la propuesta del presidente Donald Trump sobre este asunto.
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Kelly descartó la posibilidad de que Trump anuncie una ampliación temporal del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA por sus siglas en inglés) más allá del 5 de marzo, cuando las protecciones que concede podrían expirar. Según Kelly, el gobierno no solicitará al Congreso que dé más tiempo a los negociadores para alcanzar un acuerdo bipartidista, pero aseguró que el gobierno no comenzará a deportar “dreamers” si no tienen antecedentes penales.
“Ellos no son una prioridad para deportación”, afirmó Kelly.
Kelly emitió sus declaraciones en momentos en que los legisladores se encuentran estancados en sus intentos de alcanzar un acuerdo de inmigración. Salvo un improbable acuerdo de último minuto, el Senado tiene previsto comenzar a debatir el tema la semana entrante y se desconoce cuál plan será aprobado, si es que tal cosa ocurre.
“No sabemos dónde están los 60 votos para alguna propuesta particular”, dijo el líder de la mayoría del Senado, el republicano Mitch McConnell, en referencia a los votos necesarios para una eventual aprobación. Los republicanos tienen una pequeña mayoría y cualquier iniciativa necesitará 12 votos demócratas más o menos para que salga avante.
Kelly dijo que la reciente propuesta de Trump de crear un mecanismo para la naturalización de 1,8 millones de inmigrantes “rebasó lo que cualquiera podía haber imaginado”. Una propuesta bipartidista de seis senadores que Trump rechazó habría abierto el camino para la naturalización de 690.000 “dreamers” registrados en el DACA, que protege de la deportación a los inmigrantes traídos de niños en forma ilegal a Estados Unidos.
“Hay 690.000 personas inscritas oficialmente en el DACA y el presidente propuso lo que viene siendo dos veces y media esa cantidad, para sumar 1,8 millones”, dijo. “La diferencia entre (690.000) y 1,8 millones es la gente que algunas personas dirían tuvo mucho miedo para inscribirse, otros dirían que fueron muy flojos para levantarse, pero no se inscribieron”.
Los expertos en inmigración han mencionado diversas razones por las que numerosas personas que podrían haberse inscrito al DACA no lo hicieron. Estas incluyen falta de conocimiento sobre el programa, la preocupación de que apuntarse los expusiera a la deportación y falta de dinero para cubrir las tarifas de inscripción.
“Lamento esa caracterización. No me sorprende del general Kelly”, dijo Richard Durbin, el demócrata número dos en el Senado y negociador en jefe de su partido en asuntos de inmigración.
Durbin también ridiculizó la aseveración de Kelly de que los “dreamers” no serán deportados después del 5 de marzo.
“Es de muy poco consuelo para los beneficiarios del DACA que si el Congreso no hace nada, continuarán a salvo en los amorosos brazos del Departamento de Seguridad Nacional”, afirmó Durbin.