El ex vicepresidente de EE.UU., Joe Biden, obtuvo un temprano respaldo de un importante sindicato y se enfrentó en las redes sociales con el presidente Donald Trump por el apoyo de obreros, el lunes, antes del primer evento del demócrata como candidato a las elecciones presidenciales de 2020.
Biden, quien se dirigirá a los obreros sindicalizados en Pittsburgh para iniciar su campaña a la Casa Blanca, recibió el respaldo de la Asociación Internacional de Bomberos, que cuenta con una membresía de más de 300.000.
Eso provocó una serie de tuits del presidente Donald Trump, quien dijo que mientras los líderes de los bomberos y otros sindicatos respaldarían a los demócratas en la carrera de 2020, "sus miembros aman a Trump".
El presidente indicó que los líderes de los sindicatos "estafan" con altos pagos por membresías y que sus miembros reconocen los logros de su presidencia en el tema económico, empleos y recorte de impuestos.
Además, Trump indicó que el "adormilado Joe Biden tendrá su primer mitin en el gran estado de Pensilvania. Obviamente, él no sabe que Pensilvania está teniendo uno de los mejores años económicos de su historia, con el desempleo más bajo de todos, una industria del acero ahora próspera (que estaba muerta) y un gran futuro".
Biden no demoró en responder a Trump por la misma vía y escribió : "Estoy harto de que este presidente esté hablando mal de los sindicatos" y agregó qu,e "necesitamos a un presidente que honre a sus miembros y sus trabajos".
Biden, quien se unió a la contienda demócrata de 2020 la semana pasada, se ha convertido a lo largo de mucho tiempo en campeón de los obreros. Él cuenta con los sindicatos laborales como parte importante de su apoyo.
Su primer discurso de su campaña presidencial en Pensilvania es una decisión que responde a una calculada estrategia electoral.
El ex vicepresidente nació en Pensilvania, tiene cuantiosos contactos con ese estado y se aprovechará de su influencia sobre los jefes partidistas locales para tomar ventaja en las primarias.
Usualmente para los demócratas, Pensilvania es un estado de poco valor en la contienda interna porque celebra sus primarias tarde en el proceso. Pero la campaña de Donald Trump está desde ya tramando maneras de volver a ganar allí, y los republicanos difícilmente cederán el territorio que será clave para lograr los 270 votos electorales necesarios para ganar la Casa Blanca.
“Todavía es temprano, pero creo que es imperativo, en el 2020, empezar temprano”, dijo el senador Bob Casey de Pensilvania, quien apoya la candidatura de Biden. Pensilvania “es tan grande y tan importante que tomará algo de tiempo convencer a los votantes aquí”.
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Biden pronunciará su discurso en un evento organizado por sindicatos locales, y acudirá inmediatamente a un evento de recaudación de fondos en Filadelfia organizado por líderes demócratas locales.
Ninguno de los otros precandidatos demócratas es de Pensilvania, y ese estado será el último de los grandes que realizará su primaria a excepción quizás de Nueva Jersey. Los rivales de Biden apenas le han prestado atención.
Entre los que sí han venido están Beto O’Rourke y Bernie Sanders, quienes asistieron a concurridos mítines donde Sanders presentó su argumento de cómo él podría derrotar a Trump en Pensilvania.
Otros aspirantes demócratas han asistido a eventos de menor magnitud allí o más bien informales. Kamala Harris y Elizabeth Warren, al igual que Biden, hicieron campaña a favor de Casey el año pasado.
Pero en la elección general, Pensilvania iguala a Illinois como el quinto estado con mayor número de votos para el Colegio Electoral. Y los estados tradicionalmente demócratas que sorpresivamente se fueron por Trump en las últimas elecciones -- Pensilvania, Wisconsin y Michigan -- probablemente ahora han reemplazado a Florida y Ohio como los principales campos de batalla en la contienda presidencial.