Los jefes de Finanzas del Grupo de los Siete países generaron dudas el miércoles sobre el panorama para la moneda digital Libra de Facebook, al insistir en que primero deben resolverse difíciles problemas regulatorios.
El plan de la gigantesca compañía de redes sociales de lanzar una moneda digital ha enfrentado una serie de cuestionamientos de reguladores, jefes de bancos centrales y gobiernos que dicen que debe respetar las normas contra el lavado de dinero y garantizar la seguridad de las transacciones y de los datos de los usuarios.
Además, hay preocupaciones más profundas de que las grandes compañías tecnológicas estén invadiendo cada vez más áreas controladas por los gobiernos, como la emisión de monedas.
“La soberanía de los países no puede ser puesta en peligro”, dijo a periodistas el ministro de Finanzas de Francia, Bruno Le Maire, después de presidir la primera jornada del encuentro de dos días.
“El ánimo general en la mesa era claramente uno de importantes preocupaciones por los recientes anuncios sobre Libra, y la opinión compartida de que se necesitan medidas urgentes”, agregó.
El ministro de Finanzas de Alemania, Olaf Scholz, dijo que los planes de Facebook no “parecen haber sido analizados detalladamente”, agregando que también hay preguntas sobre la seguridad de los datos.
Francia, que este año preside el G-7, ha pedido al miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo Benoît Cœuré que forme un grupo de trabajo del G-7 para estudiar las criptomonedas y monedas digitales como Libra.
Los jefes de bancos centrales dicen que si Facebook quiere recibir depósitos, necesita una licencia bancaria, lo que sometería a la compañía a las estrictas regulaciones asociadas a operar dentro de la industria.
Algunos también dicen que permitir que la gente transfiera dinero de manera anónima es imposible, dado que las normas del sector financiero exigen que las firmas de pagos tengan información básica sobre sus clientes.