A pesar de las frecuentes afirmaciones de que continúan disfrutando de una cálida amistad, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, aparentemente no lograron salvar de manera significativa las diferencias entre los dos países sobre los principales problemas comerciales.
Tras dos días de conversaciones, Trump declaró que sus charlas con Abe fueron "extremadamente productivas", pero dio pocos detalles del supuesto éxito durante la conferencia de prensa conjunta del miércoles.
"El presidente Trump y yo acordamos iniciar conversaciones para acuerdos comerciales libres, justos y recíprocos", dijo Abe, sin dar detalles específicos.
Trump expresó su preferencia por un "acuerdo de libre comercio" de país a país entre Estados Unidos y Japón, mientras que Abe pidió sin rodeos a Washington que vuelva a ingresar a lo que anteriormente fue la Asociación Trans-Pacífico (TPP) de 12 naciones.
Trump sacó a Estados Unidos de ese pacto comercial poco después de asumir el cargo.
La posición de Japón es que “el TPP es lo mejor para nuestros dos países", según dijo Abe a los periodistas durante la conferencia de prensa en el complejo privado de Trump en la costa atlántica de Florida.
Trump tampoco levantó los aranceles al acero y aluminio a Japón, a pesar de haber otorgado anteriormente exenciones a otros aliados de Estados Unidos.
El miércoles, segundo de dos días de conversaciones, se dedicó al comercio luego de que los líderes jugaran 18 hoyos de golf en una de las pistas cercanas dentro del complejo.
"El almuerzo fue difícil", dijo el principal asesor económico del presidente, Larry Kudlow, en una franca admisión de dificultad en las discusiones sobre el comercio entre los funcionarios estadounidenses y japoneses.
"Abe claramente rechazó las demandas de un acuerdo de libre comercio y compró más tiempo, lo que definitivamente es un éxito para Japón", según Tobias Harris, vicepresidente de asuntos de Japón en la empresa Teneo Intelligence.
Abe pudo sacarle a Trump el compromiso de plantear el tema de los japoneses secuestrados durante décadas por agentes norcoreanos cuando el presidente de EE. UU. se reúna con Kim Jong Un.
"Estamos profundamente animados, Donald", dijo Abe, expresando su gratitud por la comprensión sobre el tema que es altamente importante en Japón.
Trump también dijo "estamos negociando ahora" para liberar a tres estadounidenses detenidos por Corea del Norte, pero se negó a decir si su liberación era una condición previa para reunirse con Kim.
Trump reiteró que espera sentarse con el líder norcoreano para principios de junio en lo que sería una cumbre sin precedentes entre los jefes de los dos gobiernos, que nunca han establecido relaciones diplomáticas.
"Haremos todo lo posible para que sea un éxito mundial", prometió Trump durante la conferencia de prensa del miércoles.
Pero Trump advirtió: "Si creo que esa reunión no va a ser fructífera, no vamos a ir", y agregó: "Dejaré la reunión respetuosamente" con Kim si parece que no va bien.