Ivanka Trump debe subir al estrado como testigo en el caso de fraude civil contra su padre, sus hermanos y el negocio familiar, dictaminó un juez el viernes.
El fallo se produjo semanas después del juicio de la demanda de la fiscal general de Nueva York, Letitia James, contra el expresidente Donald Trump, sus hijos Don Jr. y Eric, la Organización Trump y algunos ejecutivos.
Después de que Ivanka Trump fuera desestimada como acusada hace meses, los abogados defensores y su abogado sostuvieron que ella no debería tener que testificar, señalando que se mudó fuera de Nueva York y dejó su trabajo en la Organización Trump en 2017. Los abogados del estado argumentaron que la exvicepresidente ejecutiva de la Organización Trump tiene información relevante.
El juez Arthur Engoron se puso del lado del estado, citando documentos que muestran que Ivanka Trump seguía teniendo vínculos con algunas empresas en Nueva York y todavía es propietaria de apartamentos en Manhattan.
"La señora Trump claramente se ha aprovechado del privilegio de hacer negocios en Nueva York”, dijo Engoron. Agregó que su testimonio no se programaría antes del 1 de noviembre, para darle tiempo a sus abogados de apelar.
La demanda de James acusa al expresidente de exagerar su riqueza durante años en estados financieros que fueron entregados a bancos, aseguradoras y otros para ayudar a asegurar préstamos y acuerdos.
Los acusados niegan las acusaciones. Donald Trump, el actual favorito republicano para las elecciones presidenciales de 2024, calificó el juicio como una “farsa” por motivos políticos. James es demócrata.
Se espera que el expresidente y sus hijos testifiquen en algún momento. En un adelanto sorpresa, el padre de Trump terminó brevemente en el estrado de los testigos el miércoles para responder las preguntas de Engoron sobre un comentario extrajudicial.
El abogado de Ivanka Trump, Bennet Moskowitz, le dijo al juez el viernes que los abogados estatales "simplemente no tienen jurisdicción sobre ella".
En junio, un tribunal de apelaciones estatal desestimó las acusaciones en su contra por considerarlas demasiado antiguas. Ivanka Trump anunció en enero de 2017, antes de la toma de posesión de su padre, que dejaría su trabajo en la Organización Trump. Pronto se convirtió en asesora principal no remunerada de la Casa Blanca de Trump. Después de que terminó el mandato de su padre, se mudó a Florida.
"La idea de que de alguna manera la señora Trump está bajo el control de la Organización Trump o de cualquiera de los acusados, su padre... cualquiera que haya criado a una hija después de los 13 años sabe que no está bajo su control", dijo Christopher Kise, abogado del expresidente.
Kise sostuvo que los abogados estatales “sólo quieren otra batalla campal contra otro de los hijos del presidente Trump”.
Los abogados estatales, sin embargo, argumentaron que Ivanka Trump fue una participante clave en algunos eventos discutidos en el caso y sigue entrelazada financiera y profesionalmente con la empresa familiar y sus líderes.
"Ella es 100 % alguien que puede venir y testificar", dijo Kevin Wallace, abogado de la oficina del fiscal general.
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